La industria - diario regional peruano es racista, fascista y xenofobo

Hace muchos años en el departamento de La Libertad en que un partido político fascista tomo por asalto la ciudad para enriquecer a todos sus militantes, y asimismo aumentar sus fortunas en alianza con el Narcotráfico, o hacerles el favor de relacionistas públicos a este mal. Este órgano de la prensa local calló en todos los idiomas, para denunciar estos males por los que pasó la ciudad; mas bien hizo alianza y se codeó con el hampa de cuello y corbata y la del polvo blanco, dándoles tribuna. Lo único que no les aceptaron es ingresar a su exclusivo club Central, donde se reúnen la rancia y racista sociedad trujillana.

Nunca he escuchado una palabra de admiración o apoyo hacia las masas indígenas del departamento por parte de los dueños del diario, así como también el no poner en sus listas de redactores a quienes solamente concuerden con sus ideas franquistas españolas. Bueno, no lo escriben, porque recibirían el repudio internacional, pero nadie niega que sean admiradores de Benito Mussolini, Hitler, Francisco Franco y asiduos integrantes de la secta del Opus Dei y cumplidos integrantes de la cofradía de José María Escrivá. Cuando los Fujimoristas en la época y década del 90 saqueaban las riquezas del erario Regional, éste diario ni se inmutaba y editorializaba al sátrapa que vivía en Lima. Pero ello no nos sorprende, pues tiene un camino trazado así. ¿Pero por qué, viene su fobia? De estos señoritos blancos, dueños de la prensa trujillana? Muy simple. La guerra interna que vivió el Perú por cerca de dos décadas, no fue generada en un conciabulo de blanquitos, ni tampoco la hicieron los mestizos adoradores de los blanquitos. La generaron las masas indígenas que vivían y siguen viviendo la opresión de un sistema gobernado por blanquitos. Estas expresiones las podemos ver con mucha más claridad en la ciudad de Trujillo, donde la expresión del racismo por parte de los descendientes de los españoles es muy notoria y la señora o señorita Ana María Antonieta Ganoza Vega, que escribe en el diario del norte del territorio es su representante más conspicua. Cree que el encierro de Fujimori, no fue por Ladrón, o ella cree creer, que no lo fue por ello.

Es que aquí en nuestra Patria, si tienes apellido complicado o eres con la piel Blanca y ojos muy claros y desciendes de alguna de las familias de origen hispano, es decir de quienes invadieron nuestras naciones originarias, no les va a pasar nada, mas bien los jueces y todo el sistema judicial esta diseñado para no castigarles sus delitos. Pero si eres pobre, eres indio o SERRANO, como ellos nos denominan a todos los indígenas. Así hayas pedido un pan, te mandan a la cárcel a cadena perpetua. Si acaso, no se escucha en sus conversaciones de quienes hacen tertulia en las casas de éstos, diciendo: Hay, fuchi, fuchi, imagínate tener que soportar a ese indio, gordo y feo de Homero Burgos. Bueno que todo sea, por conservar lo que nos pertenece y que éste nos apoye.

Esas expresiones, son tan emblemáticas en toda la casta, a la cual pertenece la señora o señorita que comentamos, que pertenece a planta de periodistas o escritores de opinión. Por ello su rabia contra todos quienes están en la condición de abolir sus grandes privilegios, o lo han intentado. Si el lector viera, quienes son los que oponen a la liberación de los prisioneros políticos que injustamente perdieron su libertad, verá, que todos son blanquitos y viven en barrios de clase media superior, ni que decir de la clase burguesa alta. Ellos expresan mucho más sus odios hacia quienes osaron quitarles sus privilegios. Ni que se diga de quienes tras una confesión de fe, también participan de los muchos privilegios por sostener el status quo de esta sociedad.

Solo sabemos, que nunca saldrán a protestar por los más de quinientos estudiantes de la universidad de Huancayo que fueron asesinados en el gobierno de Fujimori, por Militares blanquitos. Y digo que nadie, pues todos eran indios, y como son indios, su muerte es invisible, hasta para las mismas organizaciones de derechos humanos mundiales. Pero yo si me acuerdo, pues son y seguirán siendo mis hermanos, aquellos pobres que aspiraban a ser profesionales, para salir de la extrema pobreza. De lo único que salieron es de la vida para ir a la muerte, para hacerlo en todo el anonimato, todo por ser indios.

Túpac Isaac II

Juan Esteban Yupanqui Villalobos

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