Residuos Sólidos Hospitalarios
El 26 de Julio del año 2000, cuatro meses antes que renuncie vía Fax, a la presidencia de la República, Fujimori dictó la Ley 27314, - Ley General de Residuos Sólidos-, con múltiples aplicaciones en el área de construcción, agraria, industrial, salud etc., dada la situación política del País, esta Ley, recién fue reglamentada mediante DS 057-2004 PCM por Alejandro Toledo, el 22 de Julio del 2004 y en la primera disposición transitoria fija el plazo de un año, para que los diferentes sectores comprendidos en la Ley realicen coordinaciones para su aplicación.
Es así como desde mediados del año 2005, Directores de las diferentes Clínicas formales de Trujillo realizamos reuniones de coordinación con funcionarios de DIGESA para cumplir esta medida, denotando un espíritu de responsabilidad social, como no podía ser de otra manera, tratándose de Médicos de mucha trayectoria en la ciudad, después de algunas reuniones, donde incluso habíamos fijado Tarifas para que el Hospital Regional se encargue del tratamiento de estos residuos, aún cuando se nos fijó tarifas altas que contravenían lo estipulado en el artículo 4 inc., 15 de la mencionada Ley, aún así hubo un consenso para eliminar los residuos sólidos de acuerdo al espíritu de la Ley, pero se entrampó esta medida por cuanto NO habían empresas que se encargaran del Transporte de estos Residuos desde los establecimientos de Salud hasta el Hospital Regional, por que la Ley exige que dichas unidades transportadoras de residuos sólidos sean unidades casi blindadas para evitar fugas contaminantes a su paso por la ciudad, no se aceptó ninguna de las alternativas que proponíamos en aquella época y hasta el 2007 no se pudo conciliar en nada y por otro lado los constantes cambios de funcionarios echaron al olvido el tema del transporte de los residuos sólidos hospitalarios en Trujillo.
El hecho que ahora me entere vía on line que una funcionaria declare que el problema persiste significa que aún no hay Empresas Prestadoras de Servicios de Residuos Sólidos-EPS-RS- en Trujillo, porque desde hace años las Clínicas Formales cumplen un riguroso Manual de Bioseguridad que evita peligros contaminantes en sus establecimientos, donde justamente se general estos residuos, el problema siguen siendo las EPS-RS, por lo que me suena muy ligero opinar que a las Clínicas no les interesa la salud de la población y arrojan estos desperdicios …”sin remordimiento de conciencia”, estimo que la Asociación de Clínicas obligará a dicha funcionaria a que retire tan agraviantes y ligeras expresiones…¡Por que no corresponden a la verdad!.
De otro lado sería importante que la DIGESA cierre “Clínicas” clandestinas, ilegales, que funcionan al margen de la Ley y hay muchas en Trujillo, a quienes nadie fiscaliza y donde probablemente el manejo de los residuos viola todos los dispositivos de Bio seguridad y dichas entidades si son un verdadero riesgo para la salud de la población y como lo escribimos hace algunos años…¡Son una Bomba de tiempo para la colectividad.
De otro lado, es obsoleto eso de andar atarantando con multas, que es el deporte favorito de algunas entidades estatales, meterles la mano al bolsillo a las entidades formales pequeñas y muy pequeñas, las grandes empresas se salvan justamente por ser grandes, este asalto a mano armada parte de la idea equívoca que las Clínicas ganan cuantiosas sumas de dinero, que es el mismo error conceptual que tienen las lacras de lumpen, pero sobre todo parte de la ignorancia principista de no entender lo que es un Estado Moderno un Estado que enfrenta global mente este y otros problemas y los enfrenta asociado a la iniciativa privada, como lo estipula la misma Ley 27314, en el Título II, capítulo I, artículo 3… porque como sostiene Moritain no es que el Hombre se deba al Estado, sino al contrario es el Estado quien se debe a los hombres, por lo que sus entidades, sus funcionarios deben coordinar y proteger la iniciativa e inversión privada y no atacarla con encono como pareciera que ocurre, este problema de los Residuos Sólidos debe ser solucionado como lo intentamos hace años con la participación integral de los sectores comprometidos.
Miguel Palacios Celi
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