Róterdam

Róterdam es una ciudad que destaca por su arquitectura moderna. La segunda guerra mundial dejó el centro histórico de Róterdam prácticamente destruido, por lo que no encontramos el encanto de otras ciudades cómo Amsterdam con sus las casas antiguas, sus pequeñas calles llenas de bazares, mercados, comercios, museos y el ambiente que ellas se genera.

En Róterdam todo está bien planificado: las aceras, carriles bici, calzadas, tranvías. Se llega cómoda y rápidamente a todos los sitios, ya sea a pié, en coche, en transporte público o en bici. A esto se una la obsesión por la arquitectura y el diseño.

En cualquier rincón de Róterdam podemos encontrar una escultura, un dibujo o cualquier elemento urbano con un diseño atrevido, diferente, original. Un ejemplo de esto son las casas cúbicas de Róterdam, diseñadas por Piet Blom en 1984 y que se han convertido en uno de los lugares más visitados de la ciudad, y en uno de sus emblemas.

En Róterman fueron construidos los primeros y mas altos rascacielos de Europa, que destacan junto a los edificios antiguos que resistieron a los bombardeos. La torre Euromast ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad desde sus 185 metros de altura, y aunque la visita no es precisamente barata, merece la pena.

También son recomendables las visitas al puerto, al Zoo y al Oceanium, en el que se puede andar por un túnel rodeado de tiburones y tortugas gigantes.

El profundo canal Nieuwe Waterweg  (Nueva Vía Acuática, 1866-1890) se construyó para permitir el acceso al mar del Norte de las grandes embarcaciones marítimas. Este canal y la expansión del comercio que provocó fueron la principal causa del impulso económico que experimentó la ciudad a finales del siglo XIX.

La ciudad alberga el famoso Museo Boymans-van Beuningen (1847) y la Universidad Erasmo de Rotterdam (1973). El jardín zoológico Blijdorp contiene la más bella colección de aves del paraíso del mundo.

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