El Amor
El amor, esa facultad que todo ser humano tiene, y que a veces nos cuesta tanto exteriorizar. Hablando de amor, se pueden distinguir varios tipos, el amor sentimental hacia otra persona, ese amor que nos hace latir el corazón en secreto, el amor de padre/madre, el amor de hijo, el amor incondicional, ese amor que brota de nuestro corazón hacia todo lo que es y existe, ese amor también conocido como Amor de Dios, porque todos tenemos un Dios particular en nuestro interior.
Comentar que Dios como Padre es Sabiduría, y Dios como Madre es Amor. Dios como padre reside en el ojo de la Sabiduría, en la zona del entrecejo y Dios como Madre se halla en el Templo-Corazón. Sabiduría y Amor son dos columnas torales de la Gran Logia Blanca. Al referirnos a Padre y Madre, no nos referimos a nuestros padres físicos, si no a nuestros padres internos, espirituales, ya que todo ser humano, al igual que tiene su padre y madre física, también tiene su padre-madre espiritual.
El amar es maravilloso, es realmente bello y solo las grandes Almas pueden y saben amar independientemente de si se es hombre o mujer, ya que el Alma no tiene sexo. El Amor es ternura infinita, el amor es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada sol. El amor no se puede definir porque es la Divina Madre del Mundo. El amor se siente en lo hondo del corazón, es una vivencia deliciosa, es un fuego que consume. A veces un simple pañuelo perfumado, una carta, una flor, promueven en el fondo del Alma tremendas inquietudes íntimas, éxtasis exóticos, voluptuosidad inefable.
El amor es la más grande expresión de Dios, nadie ha podido jamás definirlo, porque para comprenderlo hay que vivenciarlo, hay que sentirlo y este sentimiento es inexplicable en su totalidad para el entendimiento de la razón mental. Solo los grandes enamorados saben realmente qué es eso que se llama amor, por eso un matrimonio perfecto es la unión de dos seres que verdaderamente saben amar.
Para que haya verdaderamente amor se necesita que el hombre y la mujer se adoren en todos los siete grandes planos cósmicos, en las 7 dimensiones superiores, lo que genera una verdadera comunión de Almas en las tres esferas de pensamiento, sentimiento y voluntad. El matrimonio que se realiza sin amor, únicamente por intereses económicos o sociales, es realmente un pecado contra el Espíritu Santo y esa clase de matrimonios fracasa inevitablemente, muchas veces generando un cruel adulterio debido a la falta de amor.
El amor es magníficamente divino, la bendita Diosa Madre del Mundo es eso que se llama Amor. Con el fuego maravilloso del Amor, podemos transformarnos en dioses, para penetrar llenos de majestad en el anfiteatro de la ciencia cósmica. El amor es el summum de la sabiduría, y a veces para vivirlo y comprenderlo en su totalidad, hay que sufrir siendo purificados, pues el amor puro es sinónimo de luz, y la luz se ilumina a sí misma y a los demás. El amor es la esencia de nuestro Ser, es la fuerza que nos mueve, es todo lo que somos.
Centro Espiritual Agarthi
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