La obesidad también es un problema emocional...
Existe una gran preocupación a un problema de salud pública, que parece que es a nivel mundial, en lo referente a la obesidad. Todas las cápsulas informativas dan cuenta de los riesgos de mantener un sobrepeso en cuanto a la salud y sus lamentables consecuencias en un sinnúmero de dolencias.
Pero desde mi punto de vista me parece importante señalar que sólo se ataca el elemento de las consecuencias, y las dietas van y vienen. Pero lo más importante es comprender y entender que las personas obesas cuentan con un alto grado de estrés, primero porque sufren una discriminación social que los mantiene en el rechazo, en la burla y en los ambientes escolares, son personas que se encuentran sometidas al fenómeno del Bullying.
Requerimos mirar el problema desde un punto de vista más integral. Las emociones y las condiciones de la familia, los hábitos y la herencia y biología también cuentan. Es decir, la vida de las personas que padecen obesidad debe atenderse desde todos los frentes.
Probablemente esa obesidad está encubriendo ansiedad, depresión, tristeza, humillación, ser una sintomatología de un medio familiar o caótico, desenfrenado adicto. Además de que el solo hecho de ponerse a dieta, es ya un generador de estrés del más alto nivel.
No podemos solo alertar, tenemos que cobrar conciencia de cómo las emociones influyen en estas personas. De entrada ya su autoestima se encuentra en déficit, además de contar con un autoconcepto deteriorado y sujeto a críticas constantes y permanentes.
Sí tu o algún miembro de tu familia padece de obesidad, es importante que asista a algún especialista que trabaje con sus emociones para de esta manera, recibir un tratamiento más integral y reciba un apoyo más humano y comprensivo de su problema.
Cecretol es un centro dedicado a la calidad de vida emocional en todos los sentidos. Estamos comprometidos con la calidad de vida emocional.
Lo más importante es la existencia de las personas obesas no su sobrepeso solamente. Ayudemos a otros a mejorar su circunstancia de vida.
Ana Giorgana
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