Tratamiento de madera para barcos

Hoy en día todavía se utilizan barnices artesanos en los países menos desarrollados económicamente, como ocurre en algunos países en África. Allí se siguen usando grasa y sangre de vaca generalmente (aunque puede ser de cualquier otro animal) porque les sirve también para aprovechar los recursos de los que disponen como la ganadería.

Lógicamente este recurso es muy básico y no aguanta más que unas pocas horas y cada día necesita de otra capa para que se mantenga la impermeabilidad.

Con la humedad que guarda una embarcación de madera es bastante frecuente que aparezca corrosión, hongos, o larvas que se instalen, crezcan y se alimenten a base de la madera.

Por todo esto es estrictamente útil y necesario un buen tratamiento para la madera, especialmente en las embarcaciones que se usan con asiduidad y se enfrentan a un mayor desgaste.

Las nuevas técnicas de tratamiento de la madera no son tan básicas como las tradicionales, algunos tratamientos pueden ser tóxicos o perjudiciales para las personas y para el medio ambiente.

Esto es algo a tener muy en cuenta, ya que la madera de los barcos está en permanente contacto con la hidrosfera, es decir, el agua y todos las especies y seres vivos que habitan en ella, poniendo inútilmente en riesgo la vida de la biosfera del lugar pudiendo romper el equilibrio natural, si no se usa un tratamiento de madera apropiado.

Por eso todos los tratamientos para madera deben pasar una serie de condiciones para demostrar que no son demasiado perjudiciales, tóxicos o nocivos para la salud, porque desgraciadamente muchos de los materiales empleados pueden llegar a ser altamente contaminantes.

No obstante, hoy en día ya podemos encontrar sustitutos ecológicos y naturales a los antiguos y perjudiciales barnices.

Aunque los ecológicos son un poco más caros merece la pena preocuparte un poco por el mundo que te rodea, teniendo un poco de conciencia y noción de los actos que realizas y lo que ellos pueden desencadenar.

Uno de estos barnices para yates y embarcaciones es el barniz exterior marino, que es altamente resistente a la corrosión del agua y en especial del agua marina, el sol (a los rayos ultravioleta e infrarrojos) y a la bruma marina.

Sirve para cualquier tipo de madera, y lugar, a excepción de la parte sumergida del casco del barco. Se adapta perfectamente a las variaciones de volumen por los cambios de temperatura, ya que es bastante flexible y resistente, como a las rozaduras, los golpes o los factores atmosféricos.

Si se trata de un clima muy soleado se pueden usar aceites y barnices con filtros uv-10 que son resistentes a los rayos ultravioleta y protegen mucho la madera de exterior y de barcos de muchas horas de sol a las que pueden estar expuestas. Tratando la madera a tiempo de esta forma se evita el desgaste y la formación de grietas.

Aunque cada vez la demanda de productos para tratar la madera de los barcos es menos abundante, ya son menos frecuentes las construcciones de barcos de madera puesto que su producción es casi más cara que la de otros materiales más resistentes, que además prescinden de tantos cuidados como la madera.