Elucubraciones de un contacto
Cuando empecé a escribir todo esto que escribo, sabía muy bien que no a todos les podía gustar, o aceptar mis comentarios. Pero claro que también me di cuenta que eso no podía detener mi pasión por meterle mano a la computadora. Al empezar a enviar mis artículos a todos mis contactos por correo electrónico, y publicarlos en este sitio que gentilmente tiene el favor de publicarlos, solamente uno de mis contactos hace comentarios de lo que escribo. Y en esos comentarios suele tener discrepancias conmigo. Pero es que de eso se trata todo esto. Las personas no podemos pensar igual, si no, que seria.
Lo curioso de esto, es que solamente una persona comenta mis artículos. Me pregunto ¿porque los demás no se atreven? Pienso que no les gusta escribir de repente, o pensaran que lo puedo tomar a mal si son discrepancias. A todos ellos quiero decirles que no me molestaría en lo absoluto; como lo dije en una oportunidad. Alguien me dijo: “¿Qué tanto escribes de Jaime Bayly? Parece que estas enamorado de él” O lo que me dijo hace poco uno de mis contactos: “Oye, ¿Por qué escribes todo eso?, ¿eres escritor?” Todo lo que me puedan decir es bueno, para poder superar errores, para poder ubicarme en el tiempo y en el espacio. Creo que de eso se trata.
La persona que comenta y critica mis artículos, hace poco me envió un comentario que es digno de compartir con todos los que me leen. El no quiso que revele su nombre, y respetaré su voluntad. El comentario – que para mí es un artículo – dice lo siguiente:
“Estimado Andrés: Hoy he querido imitarte un poco con tus comentarios políticos, pero para no copiarte he preferido elucubrar algo que deseo contarte.
Tú posiblemente sabes que el doctor García hace mucho tiempo hizo buenas migas con el recién tachado Kouri Bumachar, y el año pasado se hicieron socios a partir del Decreto de Urgencia 052-2009 que destinaba quinientos once millones, quinientos setenta y cuatro mil doscientos setentitres nuevos soles, para el “mejoramiento” de la Av. Néstor Gambetta-Callao. Incluso lo anunciaron en público, brindando ambos con un vaso de cerveza.
Consultados especialistas, concluyeron que la obra, con las justas, llegaba a los 100 millones de soles, y que querían embolsicarse fácilmente 400. En verdad no sé si esto abortó o ha seguido adelante, porque aunque la mitad del presupuesto era del gobierno central, la ejecución del faenón la haría el gobierno regional que, hasta hace poco, presidia Kouri.
Te hago todo este preámbulo, amigo, para dar rienda suelta a mi imaginación de ciudadano de a pie, que vio alguna vez uno de dos de los videos Kouri-Montesinos. Y dice así:
-Locación: Una salita pequeña, parecida a la del recordado SIN, pero esta vez, el doctor Kouri conversando con el doctor García.
-Yo renunciaría a la presidencia regional, e inmediatamente iniciaría mi campaña a la alcaldía de Lima Metropolitana –
-¿Y qué tendría que hacer yo? – pregunta García.
- Únicamente, hacer que el JNE tache mi candidatura, previo suspenso, por no reunir los requisitos necesarios para ello. Esto me victimizaría automáticamente, y yo tendría expedito el camino para relevarlo el 2011 –
- Me parece genial, doctor Kouri, pero ¿Qué debo esperar yo? –
- La total garantía de que yo bloquearía cualquier investigación que la oposición buscaría abrirle a su gestión. Es más, borraría cualquier “error involuntario” cometido por sus colaboradores, doctor. Cuento con la experiencia al respecto, porque, permítame decirle, la gente que rodea a Keiko Fujimori, no es nada confiable, y los enemigos políticos suelen ser implacables. ¿Alguna objeción? –
- Ninguna, doctor Kouri, ninguna, y esto hay que celebrarlo por favor, pero no con cerveza. ¿Prefiere etiqueta azul, como el cholo?” –
A mi modo de ver, una excelente elucubración, que no estaría lejos de la realidad. Todo en política que tenga relación al poder, es posible. Nosotros los ciudadanos de a pie – como dice mi amigo – estamos siendo testigos de acontecimientos que tienen relación con personas con mucho poder político. Personas que su poder político lo basan en tener más y más dinero. ¿Para qué?, no sé. A lo mejor para asegurar a sus generaciones venideras – porque nadie se lleva nada de este mundo al morir – Pero resulta que esas generaciones venideras al encontrarse con tanto dinero, perderían ese mágico gustito de ganarse el dinero con el sudor de su frente, y se convertirían en unos verdaderos zánganos.
Andrés Arbulú Martínez
Registro automático