Paz y reforma agraria en Colombia
La posesión del Ministro de Defensa, Gilberto Echeverry, nos tuvo a muchos de plácemes por su abierta y completa propuesta para la paz. Pero más aun más nos puso contentos el definitivo renacimiento del tema de la reforma agraria. La conocida "Comisión de Notables" hizo especial hincapié en este mecanismo. Los Congresistas en el sonado debate de la paz, mayoritariamente, coincidieron en resaltar la reforma como condición para alcanzar un país más justo. Lo propio hicieron, por supuesto, los comandantes subversivos y paramilitares. En el parecer de algunos economistas y de algunos dirigentes, decir que no habrá paz si no se da una verdadera e integral reforma agraria, sólo es incurrir en uno de esos tantos "lugares comunes" discursivos de este país. Pero no. Están verdaderamente lejos de la realidad quienes así piensan. La paz se escribe con "p" de propiedad. De propiedad, en primer lugar sobre la tierra. Es decir la paz se escribe con tierra. Con crédito barato para la producción. Con adecuación y distritos de riego. Con mercadeo en manos de los productores. Con transferencia de tecnología. Con investigación científica agropecuaria. En fin, Paz se escribe con reforma agraria integral. Con esa reforma agraria integral retoricamente tratada desde Lleras "El Grande" y hoy inexistente, después de 36 años.
Algunos no quieren de hablar más sobre este tema pues, al fin y al cabo, después de tanto tiempo, "se desconoce el impacto económico y social de la tan cacareada reforma agraria". Para no entrar a debatir cifras económicas pesadas bástenos con responderles con una sencilla pregunta: ¿No se han dado cuenta que en este país no ha habido revolución? Sin embargo, con sinceridad lo digo, no nos encontramos ni a medio camino. El objetivo, por ejemplo, de cambiar la estructura de la tenencia de la tierra no se ha logrado. Aquí en el Huila donde creíamos haber hecho mucho en ese sentido porque durante estos 30 últimos años se han negociado más de 110.000 hectáreas, hemos descubierto, a raíz de las planificaciones hechas en más de 20 Consejos de Desarrollo Municipales y de estudios serios del Corpes Centro Oriente, la composición latifundista de casi la mitad del área del departamento. La Ley 160 de 1994, en cuyas disposiciones se prevé como uno de sus objetivos la recomposición de esa estructura de la propiedad, pretende lograrla por medio del mercado. Es hora de pensar en mecanismos novedosos como el establecimiento de incentivos reales para los ofertantes de latifundios o en mecanismos más radicales como la expropiación por vía administrativa o la imposición de muy altos gravámenes a la gran propiedad agropecuaria (único punto en el que coincido con Hernán Echavarría olózaga), para evitar la tenencia de la tierra con el sólo fin de aparentar "status" o de "engordarla" o de resguardarse de los altos impuestos sobre las demás actividades. De la misma manera, debemos empezar a cuestionarnos sobre la actual realidad del crédito agropecuario, pues a esas tasas de interés es muy difícil sostener el préstamo complementario de tierras. Se debe, también, reflexionar sobre la experiencia, en otras latitudes, de entregar la tierra, adquirida directamente por el Estado mediante procedimiento sumario, en calidad de comodato al campesino, para su explotación familiar durante un lapso de 15 o 20 años, en el cual obtendrá apoyo efectivo para producir con eficiencia. Después de ese tiempo sí darle la primera opción de compra u ordenar la recuperación para el Estado, con el fin de ser prestada a otra familia. O, por lo menos, debemos insistir en un cambio de concepción del subsidio a la compra de tierras remplazándolo por un planteamiento de subsidio casi total al costo global del proyecto inicial deseado por el sujeto de reforma. Podríamos seguir discutiendo muchas horas más porque el tema volvió a cobrar vigencia. Y seguramente lo vamos a seguir haciendo, pues sin acuerdo general sobre estos temas, la paz no tendrá "una segunda oportunidad sobre la tierra".
Carlos Mauricio Iriarte Barrios http://carlosmauricioiriarte.blogspot.com
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