Misionologia 43
Continuación de las grabaciones magnetofónicas de las clases de Misionología
Necesariamente el tema de la inculturación, exige siempre un proceso de diálogo entre el Evangelio y la cultura. No podemos nosotros dejar de hablar del significado de la cultura. ¿Qué es la cultura? Sería la pregunta. Una cosa en realidad bastante compleja. Este concepto ha sido abordado por cantidad de disciplinas. Filosofía, antropología, sicología. A la luz de la – Gaudiun Spes – Constitución dogmatica, sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo.
Cuando hablamos de cultura, no estamos haciendo referencia al bagaje cultural, al bagaje de conocimiento que pueda tener una persona. Hoy tenemos esas especies de concepción de cultura un poco antigua. Pensamos que cultura es aquel que tiene varios conocimientos, es decir es una persona culta. Ese concepto de cultura no es utilizado en el caso nuestro. Para nosotros y para la Iglesia, y por lo tanto para el Concilio Vaticano II.
La cultura significa, todos esos sentimientos, todos esos modos, de por los cuales un pueblo se expresa. Es decir, todos esos modos de ser de un pueblo. Los pueblos se expresan a través del arte, a través de la educación, a través de la economía, a través de sus sistemas de parentesco. Expresan modos de ser propios. Cada grupo humano tiene un modo de ser, un modo de relacionarse con la naturaleza, un modo de relacionarse con Dios, un modo de relacionarse entre ellos mismos. Estos elementos que conforman la cultura, es lo que a nosotros nos interesa rescatar. Entonces por cultura nosotros tenemos que considerar tres dimensiones o elementos fundamentales:
Relación que tiene con Dios – Relación con el medio ambiente – Relación consigo mismo y los demás.
Consideramos desde ahora, Evangelio, fe cristiana, o Iglesia, como sinónimos. La fe cristiana tiene que penetrar las culturas de los hombres. Entonces, vamos a ver que la inculturación no solamente implica un proceso unidireccional, sino que es un proceso dialógico. Es decir a dos direcciones.
Siempre se ha pensado que la inculturación, o antes que se desarrolle toda la teología de la inculturación, se ha pensado erróneamente, que incultural, significa la presencia de la fe cristiana en la cultura, o en las culturas. Vamos a ver que no es solamente esa única dirección, sino que también implica esta otra dimensión. Es un proceso de diálogo. Y vemos dos niveles:
En primer lugar hacer presente la fe cristiana en un contexto cultural determinado. Hasta allí estamos de acuerdo. Pero ¿Cuál es la finalidad de esta inculturación? Simplemente hacer que a fe cristiana se haga presente en una cultura. Esta es la parte inicial del proceso.
Tenemos que lograr que la fe cristiana comience a expresarse, pero a partir de los valores culturales, de esta cultura específicamente. De tal manera que la fe cristiana, al final termine expresándose a través de los valores culturales que encontramos aquí. Pero también en cuna cultura existen anti valores.
Hoy en día tenemos muchos culturistas que idealizan, absolutizan la cultura. Y al menos esta no es la posición del magisterio de la Iglesia. La cultura es dinámica, es cambiante. La fe Cristiana no cambia es inmutable.
¿Cuáles son entonces la maneras, o a través de qué forma la fe cristiana comienza a expresarse en una cultura para poder nosotros afirmar de que esta inculturada? Y es a través de los valores propios de la cultura. Al final se da la integración entre fe y cultura. Esto que tanto Pablo VI reclamaba.
Andrés Arbulú Martínez
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