Misionologia 63
Capítulo cuarto: Trayectoria misionera de la Palabra.
La misión de la Palabra es propiamente doble. Una de la Palabra antes de la encarnación y que se extiende a todos los hombres y culturas. Otra, en la historia concreta de la cultura judía en los años de Augusto y de Tiberio. Esta segunda es la misión humana de la Palabra y allí consideramos al vida entera de Jesús en sus diferentes trabajos. El Vaticano II, precisa muy claramente esas dos etapas y tareas propias de cada una de ellas.
No es fácil precisar esa acción de la Palabra en los corazones antes de la llegada del Evangelio. En primer lugar podemos hablar del anhelo de Dios que es encendido y dinamizado por Ella. En efecto, como decía San Agustín: “Nadie te busca, Señor, si no te ha encontrado ya”
Pero la acción de la Palabra no se consuma en la interioridad invisible de los corazones. Se expresa y se concretiza del mil maneras en el mundo exterior.
Muchas de las religiones de los pueblos agrarios son religiones de la naturaleza. Por ella y por sus símbolos, Piedra, Cerros, Chacras, cosechas y vida, esas religiones han tratado de conducir, los anhelos de los hombres hacia Dios. También hemos de pensar que la acción iluminador de la Palabra se llevó a cabo en las religiones históricas.
Por eso ante la pregunta que se ha hecho moderadamente sobre si los no cristianos se pueden salvar a pesar de sus religiones o precisamente “por medio de ellas” debemos responder: por medio de ellas.
Jesús Cristo misionero:
Queremos acercarnos brevemente a la actividad misionera de Jesús, donde la Palabra se revela en todo su esplendor.
Una prueba de carácter esencialmente misionero de la vida de Jesús, es el hecho que los evangelistas, al tratar de presentarnos su figura y su actividad, la expresaron en los evangelios con el esquema de los viajes. Ese mismo esquema de viajes ha sido conservado por Mateo. Lucas, aun conservando la estructura de Marcos, ha elaborado de manera muy especial todo el viaje de Jesús a Jerusalén. Juan ha escrito el Evangelio espiritual no ha dejado de lado el esquema misionero de sus antecesores. Y por eso ha esquematizado el Evangelio en torno a un viaje. Es el viaje misionero por el que Jesús parte del Padre y viene al mundo. Los sinópticos presentan a Jesús misionero por los caminos polvorientos de Palestina.
La misión de los discípulos es la misma de Jesús. Por eso va a insistir en que quien acoge a sus discípulos lo acoge a Él. Y quien escucha a sus discípulos, lo escucha a Él. Y quine da un vaso de agua a uno de sus discípulos, se lo está dando a Él.
Andrés Arbulú Martínez
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