La adicción al Tabaco

El alcohol, el tabaco, el juego y muchas otras son posibles adicciones. El tabaco, una de las peores, es responsable de aproximadamente 5,5 millones de muertes por año.

La fuerza de voluntad pocas veces es suficiente para lograr que una persona deje de fumar. La nicotina es una sustancia altamente adictiva que activa el centro de placer del cerebro y desaparece rápidamente. La adicción al tabaco tiene componentes físicos y mentales. Por lo tanto, los médicos recomiendan un enfoque doble para favorecer el esfuerzo de dejar de fumar.

Tres de las más de 4.000 sustancias químicas que se encuentran en el humo del tabaco son monóxido de carbono, alquitrán y nicotina. Las primeras dos sustancias son venenos altamente tóxicos y la última asegura la adicción, logrando que las personas continúen fumando a pesar de las advertencias y el conocimiento personal de los efectos perjudiciales que implica fumar. De poca ayuda ha sido la imagen de de fumar retratada por Hollywood y las campañas publicitarias dirigidas hacia nuestra juventud.

La ciencia médica ha descubierto varias formas para ayudar a una persona con la adicción física a la nicotina. Zyban, que en realidad es un antidepresivo, actúa sobre el cerebro para detener la necesidad de nicotina a nivel físico y ayuda a dominar las ansias de fumar. Debido a esto, Zyban es uno de los medicamentos más efectivos para dejar de fumar disponible actualmente en el mercado.

Aun con intervención médica, se necesita una gran fuerza de voluntad para dejar de fumar. Los grupos para dejar de fumar, una terapia de cesiones e incluso la hipnosis a menudo son necesarios para ayudar a las personas a tener éxito en sus esfuerzos por dejar de fumar. Primero y principal, la persona debe estar preparada para dejar, comprometida a dejar y pedir ayuda.

Cuando una persona deja de fumar, existen otros efectos bastante alarmantes que comienzan a tener lugar casi inmediatamente. En unos pocos minutos, la presión arterial puede disminuir a un registro normal aunque sea alta en forma crónica. Los alimentos tendrán más sabor y se facilitará la respiración en un par de días. Los pulmones comenzarán a repararse ellos mismos y la persona toserá algunas toxinas que se habían acumulado dentro de los pulmones.

Con el tiempo, dejar de fumar también puede tener efectos maravillosos a largo plazo. Cinco años después de haber dejado de fumar, el riesgo de sufrir un ataque cardíaco disminuye un 50% en comparación con un fumador. Diez años después de haber dejado de fumar, los pulmones se curan de tal modo que la posibilidad de sufrir cáncer de pulmón es la misma que la de alguien que nunca fumó en su vida.

Actualmente dejar de fumar puede agregar años a la vida de una persona. La ayuda está disponible para cualquiera comprometido a dejar de fumar, ya sea en forma de medicamentos u apoyo psicológico. Zyban es uno de los medicamentos más efectivos para dejar de fumar. No reemplaza la nicotina con más nicotina. Disminuye completamente la dependencia de nicotina del cuerpo y domina las ansias de encender un cigarrillo.