El proceso de embotellado de un producto, ya sea líquido o alimento, debe ser pensado a profundidad, ya que sus efectos se ven reflejados en varias fases. Por ejemplo, un cliente antes de convencerse en elegir un producto en específico, busca que éste sea de calidad y muchas veces ese tema está relacionado muy fuertemente con su contenedor o empaque.
Pero, además de ser una característica que se distingue para el cliente final, es importante tomar en cuenta que los intermediarios, ya sean mayoristas o detallistas, necesitan cierto tipo de formas y tamaños en los envases para acomodar sus productos de forma correcta al momento de exhibir tu el mismo. Ya sea en una bodega o en la tienda, éste debe lucir impactante y práctico.
Es por eso, que las máquinas de envasado deben de estar altamente cuidadas por algún supervisor de la empresa quien se encargue de que el envase a utilizar sea un factor importante en la distribución y venta del producto.
El envasado de alimentos o bebidas, puede convertirse en una ventaja competitiva o diferencial de tu producto frente a la competencia, siempre y cuando se tenga el cuidado requerido en el diseño y producción del mismo.