Desafios de la Educacion Hondureña en el Siglo XXI
Los Desafíos de la Educación Hondureña en el siglo XXI
Profesor de Ciencias Sociales
Marlon Reyes Hernández
Gracias, Lempira
Cel. 96110590
La educación ha sido en el transcurso de este siglo –y todo hace pensar que lo seguirá siendo en el futuro– uno de los instrumentos más importantes con los que han contado las sociedades modernas para luchar contra las desigualdades, para hacer frente a los fenómenos y procesos de segregación y exclusión social, para establecer, ampliar y profundizar los valores cívicos y democráticos, para impulsar el desarrollo económico y cultural y para promover el desarrollo personal y la mejora de la calidad de vida de todos sus miembros. Sin embargo, hay pocas dudas de que, al igual que sucede con otros aspectos o ámbitos de la vida y de la actividad de las personas consideradas no menos importantes y cruciales en las sociedades democráticas modernas –sanidad, vivienda, ocupación, bienestar social, etc.
La manera como están organizados actualmente los sistemas educativos al conjunto de la población, e incluso la concepción misma de la educación que sustenta esta organización y estas soluciones, tendrán que experimentar cambios en profundidad para hacer frente a los desafíos del nuevo escenario económico, social, político y cultural que ha empezado a perfilarse en el transcurso de las últimas décadas y que se recorta ya con claridad en el horizonte.
En realidad, ninguno de los elementos que conforman este escenario – los cambios en los sistemas de valores; los cambios en la estructura del mercado laboral; los cambios en la organización familiar: el “déficit de socialización” producido por el debilitamiento de las instituciones de socialización primaria y secundaria, en especial del núcleo familiar y de la escuela; la introducción progresiva de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y sus repercusiones sobre los modos y las relaciones de producción; la globalización económica y la mundialización de los mercados; la creciente homogeneización cultural; etc. Todos ellos han ido instalándose de forma paulatina en el transcurso de las últimas décadas
Pero mas allá de todos estos aspectos señalados, es necesario puntualizar en los elementos claves que la educación Hondureña debe implementar para enfrentar estos desafíos como ser: La despolitización del sistema educativo, establecer estándares de calidad de la educación, descentralización de las unidades educativas, propiciar la participación de los principales actores educativos, y desarrollar una educación científica y humanista.
Resulta por ello altamente cuestionable la pretensión de abordar esta nueva situación armados exclusivamente con el “tradicional” discurso populista “El dar sin nada a cambio” pero esto debe de pasar a la historia, cada político debe de saber que de continuar con esta forma clientelista de ver el sistema educativo estamos condenando a las futuras generaciones a estar en los últimos lugares en los que se refiere a la calidad de la educación, lo que implica estar formado ciudadanos a medias sin las competencias necesarias para enfrentar un mercado laboral cada día mas exigente y altamente tecnológico, lo nos pone a reflexionar sobre el futuro de nuestra nación Honduras.
Quizás convenga señalar, a este respecto, que las reformas educativas en curso, iniciadas en la década de los ochenta y mediados de los noventa en numerosos países de todo el mundo, están todavía pensadas, en mayor o menor medida según los casos, de acuerdo con el escenario anterior. De hecho, algunos de los problemas que encuentran para su implantación efectiva tienen su origen, a mi juicio, a este desfase y sobre todo en las faltas de recursos económicos y una visión a largo plazo plasmadas en un plan de país como los hicieron muchos países del sudeste asiático.
En efecto, la educación es un concepto amplio que, en su sentido original, designa un conjunto de actividades y prácticas sociales mediante las cuales, y gracias a las cuales, los grupos humanos promueven el desarrollo personal y la socialización de sus miembros y garantizan el funcionamiento de uno de los mecanismos esenciales de la evolución de la especie: la herencia cultural. Desde siempre, los grupos humanos han utilizado simultáneamente diversos tipos de prácticas y actividades sociales con el fin de facilitar a las nuevas generaciones el acceso a las formas y saberes culturales – conocimientos y creencias sobre el mundo, lenguaje e instrumentos para conocer la realidad y actuar sobre ella, tecnologías y técnicas, tradiciones, sistemas de valores, etc.
Con la implantación de la educación básica y obligatoria, su generalización a toda la población en edad escolar y su ampliación progresiva hemos logrado grandes éxitos en la parte de cobertura del sistema educativo en todos los rincones del país, pero aun no hemos alcanzado otro componente muy importante como lo es la calidad de la educación, que pasa indudablemente por el “empoderamiento” por parte de docentes, autoridades y padres de familia de la importancia que representa la educación para alcanzar el desarrollo humano y tecnológico de la nación.
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