Semana Nacional de Liturgia 17
A partir del dato bíblico, y de la rica sensibilidad de las primeras comunidades cristianas, la Iglesia a través de toda su historia según sus diversas culturas y tiempos ha vivido a defendido siempre el día del Señor. Hoy la iglesia no ve con indiferencia los fenómenos que se dan en nuestra sociedad, ni oculta su preocupación, por los peligros que entraña para la fe y la vida cristiana. El día del Señor está en juego y con la identidad cristiana y la pertenencia a la Iglesia, se observa que cuando los fieles no viven el domingo van perdiendo su sentido de pertenencia a la Iglesia. Hay algunos fieles que en un principio, van a misa todos los domingos, pero después ya comienzan a decir: “bueno y ¿Por qué no voy una vez al mes?, y después, “Bueno cada tres meses”, posteriormente, “Si claro Navidad, Pascua” y posteriormente ni Pascua ni nada. ¿Qué sucede?, que la persona va perdiendo su identidad cristiana, y no se siente Iglesia, va languideciendo su vida cristiana, porque el domingo es clave en nuestra vida cristiana.
Yo creo que toda la pastoral de parroquia, la pastoral diocesana, es hoy salvar el domingo, y hacer que todas las comunidades cristianas vivan el domingo en un sentido pascual, en un sentido religioso, cristiano y litúrgico. Nuestra sociedad está sometiendo al domingo a un proceso de secularización y a un vaciamiento espiritual. La Iglesia no puede renunciar a su compromiso de guardar al Señor resucitado. El domingo merece una gran atención dentro del esfuerzo de la renovación litúrgica y de la evangelización, la preocupación de la Iglesia por el domingo se manifiesta concretamente en los principales documentos pos conciliares que hablan del domingo.
Las normas universales sobre el año litúrgico hablan del contenido del domingo. El Código de Derecho Canónico, El Directorio para la celebración dominicales en caso de ausencia de presbítero y sobre todo la carta apostólica de Juan Pablo II, sobre el domingo, el día del Señor. Hay en ese documento fantástico, temas para valorar, meditar, reflexionar y crear unas líneas de acción para que el domingo, no se vaya perdiendo en la Iglesia.
Memorial de la Creación y de la Liberación.- Comento sin leer. Sabemos que el Dios creador descanso el sétimo día, y mandó que ese sétimo día pues no se trabajara, y se diera culto. Es un día de liberación de trabajo, por lo tanto en la historia no ha sido un logro de los sindicatos, el que haya un día o dos en la semana en que se descanse, fue una acción de la Iglesia. Vivir el domingo en familia. El domingo es clave litúrgica, es dar un culto a Dios. Si la Iglesia consiguió que en el domingo se liberaran del trabajo, fue con una finalidad: Para que los cristianos tuvieran tiempo para dedicarlo a Dios, un estar con el Señor, defender el descanso es reafirmar la libertar. Los cristianos reunidos en asamblea eucarística, son voz que se debe dejar oír, con toda su fuerza en la sociedad de hoy, para que el ambiente esclavisante no ahogue la verdadera liberación pascual del domingo.
Por otro lado, si los cristianos no son defensores fervientes y testigos vivos de la libertad dominical, su voz cada día será más débil e insignificante en la sociedad, y se irá apagando, con el peligro de que el domingo quede absorbido por el secularismo y reducido a la mínima expresión.
Memorial de la Resurrección de Cristo.- Cristo resucitó el primer día de la semana, en el lenguaje del judío. Para ellos el día último de la semana era el sábado, el día de fiesta para ellos, y Cristo resucito el primer día de la semana. Por eso ya las primeras comunidades, ya se reunían en el día primero de la semana. Las apariciones de Cristo Resucitado, son precisamente en el primer día de la semana, y todas esas apariciones pascuales con su ritualidad, van creando dentro de la comunidad cristiana pues una frase. Muchas de esas apariciones pascuales son ya escritas posteriormente, pero son tipo de catequesis, por ejemplo: los dos discípulos de Emaus. Algunos exegetas nos dicen que esto es una catequesis, para valorar ya el sentido del domingo, y lo que hay que hacer en el domingo, toda aquella comunidad primitiva al escribir estas apariciones pascuales, tenían una finalidad oriental.
La comunidad cristiana al celebrar el primer día de la semana, el día de la resurrección de Cristo, digamos en concreto en la dinámica de la celebración eucarística del domingo, la comunidad reunida celebra el día del Señor. De ahí que los primeros discípulos de las primeras comunidades prestaron atención a lo que es la reunión, se reúnen para escuchar la Palabra de Dios, y para partir el pan, se reúnen para la enseñanza de los apóstoles, como nos indican pues los Hechos de los Apóstoles con relación a ese encuentro dominical de la comunidad cristiana. Hay un pasaje: Son presos un grupo de cristianos y ante el cónsul romano que le pregunta ¿Por qué se han reunido, cuando hay una ley que les prohíbe la reunión? Y ellos contestan: que tienen que reunirse para celebrar a Cristo. Es una fuerza superior, que se hace todo un interrogatorio a cada uno en particular y todos dicen lo mismo, que hay una fuerza que los impele a celebrar el día del Señor. Y sufrieron el martirio, porque además de reunirse les encontraron la Biblia, que también estaba prohibida por el Imperio, se reúnen a pesar de la prohibición.
Continua.
Andrés Arbulú Martínez
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