Ovnis 02
La siguiente información es extraída del pequeño libro del señor Mario Lleget titulado ‘Dossier Ovnis hoy’ con algunas modificaciones para su perfecta comprensión. Y tratando de resumir el contenido para que no sea tedioso el tema.
El 27 de Octubre de 1973, una información procedente de Bogotá y publicada en toda la prensa española, decía textualmente:
“Varias personas de esta capital fueron presas de histerismo colectivo al paso de los llamados OVNIS que aseguran haber visto en forma de objetos voladores que desprendían luces”.
En la avenida Ciudad de Lima, lugar céntrico de la capital de Colombia, varios hombres y mujeres se apretujaron en un solo grupo para ver el paso de los OVNIS. Exclamaciones de asombro, susto, risas, dudas y hasta histeria, se apoderaron de estos transeúntes, los cuales según sus propias declaraciones, “juran haber visto los citados platillos”. En otras ciudades como Manizales y Pereira, se pudieron apreciar objetos que despedían una luz brillante, cuya causa no se pudo establecer y, que tras un corto lapso de tiempo, desaparecieron. Varios periódicos de la ciudad se ocuparon en sus primeras páginas de publicar declaraciones de personas que aseguran haber visto los objetos voladores. En uno de ellos se reproduce una foto en color tomada por un aficionado que logró captar un objeto indeterminado.
Pero veamos otro caso, todavía más interesante. Esta vez el objeto fue observado en Australia, diez años antes de la oleada sobre Colombia, el 30 de Mayo de 1963.
Aquel día, desde Camberra, comunicaron a todo el mundo una extraña noticia según la cual, tres astrónomos de aquel país habían visto un misterioso objeto volante viajando a través del firmamento, cuando pasaba sobre el Observatorio de Monte Stromio próximo a aquella capital. Este “objeto” – decía la citada noticia – “no podía ser obra del hombre” y ello por las siguientes razones:
a.- El “objeto” emitía luz, pero no por reflejo de los rayos solares, ni por otra causa, sino porque tenia luz propia.
b.- No era un meteorito, porque iba demasiado despacio y no dejaba huella alguna a su paso.
c.- Se desplazaba demasiado velozmente para ser un globo.
d.- Su color era rojizo-anaranjado y se movía de Oeste a Este como un satélite artificial, pero era distinto.
Quienes suscriben estas precisiones, eran científicos: el doctor Bart Bok, de origen holandés, reconocida autoridad en radioastronomía; el doctor H. Gollnow y la señorita M. Mowat, ambos astrónomos del mencionado Observatorio. Y fue precisamente el doctor Bok quien se apresuró a declarar que el objeto en cuestión no podía ser un satélite, porque – dijo – “era de tipo desconocido y brillaba demasiado para ser un satélite….”
Como complemento a esta notable información, el Departamento Australiano de Aviación Civil notificó que en aquel momento (el paso del OVNI) no volaba por aquella zona ningún avión.
Ahora bien, no son los astrónomos australianos los únicos que han visto objetos misterios en el cielo. También los han visto astrónomos europeos, como el selenógrafo ingles H. Percy Wilkins, o el astrofísico norteamericano Clyde Tombaugh, entre otros. Por cierto que el gran astrofiscio estadounidense doctor Allan Hynek figura, junto con Jacques Vallée, técnico de la NASA, en la lista de científicos de primera fila que se interesan seriamente por la Ufología.
Continua.
Andrés Arbulú Martínez
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