Para superar el divorcio: ¿ eres reactivo o proactivo ?
Ante un divorcio o separación siempre surgen una serie de emociones perturbadoras, que un inicio, paralizan la vida de las personas. Se ha cambiado de estado emocional, nadie puede comprender lo que sucede a ambos miembros de la pareja, si esto no se ha vivido.
Es un proceso de luto, de duelo, de dolor, pero también es una oportunidad para repensar y reflexionar sobre las acciones y hechos que llevaron a la separación. En estas circunstancias se viven una serie de condiciones contradictorias, por un lado estamos tristes y queremos que nada cambie, y por otro lado, deseamos que todo pase demasiado rápido para salir de esos sentimientos de confusión y parálisis.
Sin embargo, tenemos que actuar, tenemos que hacer algo definitivo con nuestras vidas, tenemos que hacernos cargo de ellas a la brevedad, aunque no nos guste, también podemos sumirnos en la depresión y quedarnos ahí por largo tiempo.
Los sentimientos afloran y se pasa de la tranquilidad a la confusión, a la negación, a la depresión, a la ira, a la cólera, estamos que no nos aguantamos, nos sentimos dependiendo de las causas del divorcio, humillados, abandonados, traicionados, tratados de manera injusta, etc.
Existen instantes en los que nos volvemos reactivos y reaccionamos frente a todo, estamos sensibles, llenos de dolor, nada nos acomoda, no encontramos nuestro lugar en el mundo. Por tanto, es importante, cobrar conciencia que si bien, la reactividad nos puede llevar a cometer actos impulsivos, también es cierto, que es un escape frente a todas las emociones que se derraman en cascada ante nuestra situación actual.
Pero tenemos que resolver, nos guste o no, resolver qué, dar solución a qué, a vivir ahora solos, a plantear una nueva forma de vivir, si existen hijos, a ver por ellos, y para muchos, dar solución a nueva situación económica y emocional.
La reactividad solo nos lleva a las quejas, a lamentarnos y a sentirnos víctimas de las circunstancias. Por el contrario la proactividad nos permite poco a poco ir resolviendo de manera diaria los diferentes problemas con los que ahora nos enfrentamos.
Si bien, la proactividad quiere decir, que te pongas en acción para tomar ventaja de la situación e ir recuperando poco a poco tu poder personal, no es fácil, pero tampoco imposible. Aunque estemos sacudidos por la vida, es verdad que requerimos contar con apoyos, pero también es una cuestión de elección.
Elegir significa en este sentido o tomar acciones para la solución o seguir reaccionando una y otra vez frente a nuestra desgraciada situación.
Pero sólo cada uno en su interior sabe cuál es la mejor manera de vivir su vida, pero no olvidemos, que la posibilidad de elección siempre se encuentra presente. O continuamos reaccionando sin llegar a ningún lado, o mejor nos ponemos en acción y tratamos por lo menos de dar una salida más digna a nuestra condición y nuevo estilo de vida.
Una técnica muy efectiva para estos momentos, es la lluvia de ideas, es decir, plantear el problema y de ahí, plasmar una lista de las posibles soluciones al conflicto. Este debe ser específico, para que las respuestas y acciones sean también concretas y paso a paso. Además permite esclarecer sobre qué aspectos es importante empezar a trabajar y tomar acciones aunque sea una por día.
Es realmente muy alentador cuando las personas toman sus recursos y salen de sus conflictos mediante la solución y no a través de la reactividad.
Afortunadamente he podido acompañar a muchos en este proceso doloroso y ver cómo poco a poco van sanando y logran reconstruir su vida con decisiones más satisfactorias y certeras.
Gracias por leerme, mi misión es la calidad de vida emocional y su impacto en lo social.
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Ana Giorgana
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