A todos los que protestan contra la visita del Papa

Los días previos a la visita del Papa han sido días intensos y ajetreados entre los detractores y defensores de la misma y a mi humilde entender he de suponer que todos aquellos que no apoyan la visita del Sr. Ratzinger a España, tampoco apoyan a la institución que nos lo impone, es decir la conferencia episcopal y en definitiva a la Iglesia católica; sin embargo tengo mis dudas.

No sólo en las ciudades de Santiago y Barcelona, pueden verse protestas por doquier, en otras muchas partes de España, en la prensa y sobre todo en Internet he encontrado numerosos foros con mucha crítica y mucha sorna y mucho ¡hay que ver! Por lo que no tengo más remedio que preguntar respetuosamente a todos aquellos que protestan, que se quejan, que movilizan campañas contra la Iglesia y el Papa: ¿habéis apostatado?, ¿habéis dejado constancia por escrito de vuestra renuncia y de que no queréis ser más vasallos de este enviado de sabe Dios quién? ¿ponéis expresamente en vuestras declaraciones de impuestos que no queréis alimentar a este agujero negro llamado iglesia católica romana y vaticana? ¿vuestros hijos están bautizados? ¿os habéis casado por la iglesia? ¿habéis renunciado a la comunión y a la confirmación? Si la respuesta es NO, entonces por mucho que protestéis, seguís siendo católicos, con todo lo que ello implica.

¿Qué le reprocháis entonces a aquel que os domina, que aguanta vuestras críticas porque sabe que de ahí no pasáis, que no le resultáis molestos ni mucho menos peligrosos? ¿Sois verdaderos luchadores, sois verdaderamente revolucionarios o estos comentarios que escribís sólo os sirven como desahogo porque estando en el anonimato nadie se entera y podéis patalear a gusto? Quien quiera de verdad hacer algo contra quienes han utilizado el nombre de Jesús para construir un imperio multimillonario, que apostate. Eso es lo que más asusta a la institución llamada iglesia, mientras tanto seguís formado parte de sus filas y eso es un beneficio económico para ellos.

Yo soy apóstata, es decir, soy hereje gracias a Dios. Y no he hecho a mi hijo vasallo de este tirano. Como dice la canción: “los fantasmas no son nada si les quitas la sábana”. El Vaticano es un castillo de naipes, lo mantiene en pié el miedo, la ignorancia y también el no querer implicarse de aquellos que teniéndolo claro protestan, pero después vuelven a sus asuntos formando parte de la masa que no va a misa, pero que tampoco renuncia, que protesta pero que bautiza a sus hijos, que critica a los curas, pero se santigua ante una iglesia. Amigo, o estás dentro o estás fuera, pero dentro y fuera a la vez, es imposible, piénsalo.

Yo por suerte desde hace mucho tiempo tengo claro que se puede ser cristiano sin pertenecer a la iglesia, es más, si quieres ser un buen cristiano abandónala cuanto antes, pues no es cierto lo que dicen los curas, ¡con la sola fe no basta!.

Ana Sáez

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