Los Bonos de Ahorro

El bono de ahorro son una forma de bonos del Tesoro y sistemas de ahorro emitidos por algunos gobiernos como el de Estados Unidos. Actualmente existen varios tipos de bonos en circulación, como los bonos Serie EE que es el tipo de enlace habitual que adquiere un inversionista individual. Los bonos Serie I también están disponibles, mientras que otra forma de bonos de ahorro, son los bonos de la serie HH que ya no se expiden. Todos estos tipos de bonos de ahorro obtienen un retorno sobre la inversión ya que se mantienen hasta su vencimiento.

Dichos bonos, emitidos por el gobierno de EE.UU. surgieron por primera vez durante la Primera Guerra Mundial como un medio de obtener financiación de otros países, para esto el gobierno recurrió a la ciudadanía y les ofreció la oportunidad de comprar lo que se conoce como bonos Libertad. Como los bonos comenzaron a madurar después de la guerra, la refinanciación de la deuda asociada con los bonos se volvió algo necesario.

En este punto se empezaron a crear las diferentes leyes financieras de capitalización, con el objetivo de refinanciar todas las deudas asociadas con los bonos. Con el tiempo, el bono de ahorro surgió como una forma muy segura para guardar dinero o activos para la jubilación.

En general, el bono de la serie EE es la forma de inversión en bonos más frecuente. Estos bonos se emiten por la mitad de su valor nominal y se maduran durante un largo período de tiempo. Para obtener el mejor rendimiento, es recomendable mantenerse en el vínculo por lo menos en un período de maduración treinta años. Desde mayo de 2005, las nuevas emisiones de bonos Serie EE pagan una tasa de interés fija, mientras que los bonos de EE emitidos antes de esa fecha devengan intereses con una fórmula diferente.

Junto con el tipo de bonos de la serie E, también existe la Serie I. Estos bonos de ahorro se emiten en el valor nominal y ofrecen una tasa variable de interés que está vinculada directamente con el nivel actual de inflación. De hecho, esta tasa tiene dos componentes presentes. Hay un tipo de base que se fija para toda la vida del bono. El segundo componente es un tipo de interés variable que se revisa semestralmente. Mientras que el Departamento del Tesoro establece el componente de tipo de interés fijo, el ajuste de la tasa variable se calcula utilizando el Índice de Precios del Consumidor.

El gobierno de Estados Unidos impone un límite anual en la compra de bonos de ahorro con una capitalización simple. A partir de 2008, dicho límite se fija en $ 5.000 US dólares, a pesar de que es posible comprar los bonos electrónicos por el doble de esa cifra.

Un bono de ahorro de papel se puede comprar en un banco local o cooperativa de crédito. Los bonos electrónicos se pueden comprar en línea en un sitio seguro establecido por el Departamento del Tesoro de EE.UU. o del gobierno que los ofrezca. El gobierno también ofrece una calculadora de ahorros en línea para los bonos, una herramienta que los particulares pueden usar para revisar el valor actual de sus bonos.

Hay ventajas y desventajas asociadas con la compra de un bono de ahorro. Este tipo de inversión lleva casi ningún riesgo, así el titular de la fianza esté seguro de obtener un retorno en el tiempo. Sin embargo, el interés de los bonos de ahorro es muy pequeño en comparación con otras opciones de inversión. Además, suele ser necesario para mantener el vínculo por lo menos durante un período de cinco años después de la compra, con el fin de evitar incurrir en las sanciones de interés.

Mientras que un bono de ahorro ha aumentado su valor en los últimos años, el crecimiento no está sujeto a los impuestos hasta que el bono es redimido o hasta que el bono alcanza su plena madurez después de treinta años.

Para las personas que prefieren pagar los impuestos sobre la renta de trabajo más tarde que ahora, la compra de un bono de ahorro cada año es una buena opción. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que los bonos se ven, lo que podría dar lugar a ingresos suficientes por intereses como para mover al individuo en la categoría impositiva más alta.