Dejar de fumar: cuando lo decidimos ¿cuál es la probabilidad de tener éxito?
Francisca me dijo una vez: “papá, ingresé a una difícil carrera universitaria; estadísticamente al final del primer año sólo aprueba el 20 % de los que entraron, por lo que la probabilidad de que yo fracase este año es de 80 %”.
Yo le dije; “tú no eres una estadística, eres Francisca, las estadísticas no deciden lo que pasará en el futuro contigo, hablan del pasado y de las decisiones que se tomaron en el pasado. Quizás están bien para una descripción histórica o un informe periodístico y para considerar información que permita diseñar el futuro,”. Luego agregué la siguiente pregunta: “Francisca, qué me dirías si te pregunto cuál es la probabilidad de que tú estés dentro del 20% que tiene éxito?” y ella responde: “es alta esa probabilidad, porque soy estudiosa”.
Entonces la probabilidad específica para Francisca de fracasar no es 80% porque depende de lo que ella haga en adelante, no de lo que se hizo antes, no de la estadística.
La información estadística es meramente referencial y es tanto más referencial cuanto más influencia ejerce nuestra voluntad en aquello que se pretende diseñar.
Las predicciones o los pronósticos -en tanto son afirmaciones cuya veracidad puede comprobarse sólo un tiempo después de que se hizo la afirmación-, sirven cuando no podemos tener control sobre los acontecimientos cuyo resultado se pretende pronosticar, pero carecen de utilidad y se transforman en una traba para lograr resultados cuando el motor de los acontecimientos es la voluntad humana, es decir, cuando hay control de los acontecimientos. En este caso las predicciones operan como inhibidoras de la voluntad.
Podemos predecir un eclipse afirmando por ejemplo “mañana se verificará un eclipse de sol a las 10:23 AM”, porque no podemos influir en ese acontecimiento. Si el eclipse ocurre exactamente a la hora calculada celebraremos la precisión con que los astrónomos realizaron la predicción.
Con frecuencia me resulta entretenido jugar a “defraudar” a los niños diciéndoles “yo puedo predecir el futuro”. Escuchar eso estimula fuertemente su curiosidad y de inmediato me piden que adivine algo. Entonces pongo cara de concentración y digo: “dentro de 2 segundos mi brazo derecho se levantará”. Dejo pasar 2 segundos, levanto el brazo derecho y les digo: ¿ven?.... Soy adivino!.
Inmediatamente escucho: ¡No vale, no tiene gracia porque tú lo levantaste!!.
Es evidente que tiene poco sentido predecir que dentro de 2 segundos levantaré mi brazo derecho, porque eso depende enteramente de mi voluntad. Cuando lo hago nadie me felicita por lo acertado de la predicción y es que, cuando la voluntad humana es la que condiciona o determina lo que va a pasar, predecimos el futuro o lo diseñamos, pero no ambas.
De la misma manera, cuando revisamos una publicación que dice que sólo el 5% de quienes intentan dejar de fumar lo logran, ¿significa que nosotros, si lo intentamos, tenemos un 5% de probabilidades de tener éxito?, definitivamente NO. El estar dentro del 5% que logra dejar el tabaco depende de lo que decidamos, no depende de lo que pasó antes porque constituye un hecho sobre el cual tenemos control. Nuestro enfoque debe ser éste: “yo estaré con absoluta seguridad dentro del porcentaje que tiene éxito, porque lo acabo de decidir”.
Para intercambiar ideas y material sobre este y otros temas escríbame a ayudasolucion@gmail.com y visite mi página www.conversandoconhumanos.blogspot.com
Lautaro Gajardo Millas
Ingeniero Industrial
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