Se han estudiado las propiedades del chocolate desde hace muchos siglos, incluso los antiguos aztecas e incas lo utilizaban con el fin de revigorizar a sus guerreros, para que en la batalla fueran más eficaces.
Mucho después en los siglo XVII y XVIII, los boticarios e incluso aquellos que iban vendiendo pócimas milagrosas, ya le atribuían las propiedades de vigorizante y afrodisíaco, para aquellas personas que estaban débiles o eran poco amantes.
De unas manera u otra, en cierta medida todos nuestro antepasados tenían razón, el chocolate y mas en concreto el chocolate negro, el que contiene mas cantidad de cacao, comparte estas propiedades y mas.
El chocolate, como el café contiene una sustancia excitante la teobromina, en este caso con efectos mas suaves, esta sustancia, actúa aumentando nuestra capacidad de atención y de realización de una trabajo; si solo tuviera esta sustancia poco haríamos, pero también nos encontramos con otra propiedad.
Al ingerir chocolate, en el cerebro la serotonina, que es un neurotransmisor, se activa y nos causa un momento de felicidad y placer.
La serotonina es conocida como la “hormona de la felicidad”, así que unida a la teobromina, el momento de felicidad y placer es mayor.
Aparte de ser un excitante y que nos proporciona un estado de felicidad, se le atribuyen propiedades antioxidante, interesante para la prevención de ciertas enfermedades oxidativas y así como para la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Autora del articulo:
Mónica
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