La prevención es el mejor método de desinsectación
A la hora de llevar a cabo un proceso de desinsectación en un hogar, resulta muy socorrido acudir al supermercado o droguería más cercanos y comprar el típico insecticida en forma de aerosol que resulta tremendamente cómodo y económico.
Sin embargo, estos aerosoles, que afectan al sistema respiratorio de los insectos produciéndoles la muerte, lanzan al aire productos potencialmente venenosos, que pueden resultar extremadamente peligrosos para las mascotas y los niños pequeños. Se impone, por tanto, ser tremendamente cuidadoso con ellos.
Otro método de desinsectación química son los cebos para insectos, que contienen compuestos que los atraen y que a la vez los matan gracias al insecticida que ingieren.
Se puede intentar también una desinsectación del hogar a través de la colocación de trampas. Aquí hay diferentes posibilidades. Una muy accesible y muy barata, son las tiras de papel atrapamoscas. Se las encuentra en cualquier tienda, y consisten en unas tiras de papel que contienen una sustancia pegajosa en la que quedan atrapados los insectos.
Este método es, de hecho, de una gran eficacia, pero no resulta muy higiénico y, sobre todo es muy repelente al ojo humano, ya que no es nada agradable convivir con tiras de papel llenas de cadáveres de insectos.
Otro método de este tipo son las trampas de luz. Si se instalan lejos de las ventanas, en los lugares de menor índice de luz de la estancia, los insectos se sienten atraídos hacia ellas. Al posarse encima de la trampa el insecto recibe una descarga eléctrica que lo deja seco (y un poco chamuscado).
Este último método, aparte de que tiene los mismos inconvenientes higiénicos y estéticos de las tiras de papel atrapamoscas, resulta desagradable por el ruido, como un chasquido, que se produce cada vez que un insecto cae en la trampa.
Como se anuncia en el título, quizás el mejor método de desinsectación sea la prevención. Si se analizan las características vitales de las moscas, los insectos más comunes en los hogares, se observa que siempre depositan sus huevos en materia orgánica que se encuentre en estado de putrefacción.
Resulta fácil comprobar como ante un trozo de carne podrida, o ante unos excrementos frescos, se reúnen en poco tiempo grandes enjambres de moscas.
Así pues, el mejor método de desinsectación pasa por la eliminación de cualquier resto orgánico que permita la multiplicación de los insectos.
Bastará con tener cuidado de meter cualquier resto orgánico en bolsas o recipientes que se puedan cerrar herméticamente, bien atándolas, o bien mediante una tapa.
escrito por Paula Raul
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