El arcano mayor VI en el tarot del amor
El arcano mayor VI del tarot, los Enamorados, tiene, como cabría esperar, especial trascendencia en el tarot del amor. Pero su interpretación cambia, o al menos adquiere distintos matices, de acuerdo al tipo de tarot o, incluso, al mazo elegido para hacer la tirada.
En el tarot gitano, el ampliamente popularizado mazo Rider Waite elige para este arcano una figura que representa, sin lugar a dudas, el triunfo del amor. En ella, una pareja se reúne finalmente tras mucho tiempo de buscarse. El encuentro tiene lugar en un hermoso jardín que augura delicias. Todo lleva, entonces, a interpretar la aparición de esta baraja en la tirada como el augurio de la próxima llegada del amor a la vida del consultante. O de una duradera felicidad para quienes ya se encuentren en pareja. Algo similar sucede en el tarot celta, donde este arcano muestra a los enamorados ya reunidos disfrutando de un verde prado mientras buscan la frescura y el reparo de la sombra de un árbol, elemento central para dicha cultura. En ambos casos, la felicidad que se predice es la de aquel que ha encontrado, por fin, a quien lo completa, su compañía, su consuelo y su apoyo.
Pero si volvemos al tarot gitano y cambiamos nuestro mazo por el algo más antiguo, el tarot de Marsella, el panorama cambia. En él, el arcano VI enseña a un joven indeciso entre 2 bellas mujeres. La escena abre la posibilidad de interpretaciones más místicas y menos terrenales: puede tratarse de la necesidad de elegir entre los placeres de la vida mundana, y el más duro pero más satisfactorio camino del crecimiento espiritual. Para algunos tarotistas, esta baraja habla en cambio de la necesidad de elegir entre el amor carnal y romántico de la pareja y amores más profundos y duraderos, como el de padres e hijos.
Dentro del tarot egipcio no existe una noción de tarot del amor como tal, ya que el concepto de amor es, si se quiere, mucho más moderno. En él, el arcano VI es nombrado “La Indecisión” y plantea de modo indirecto la opción entre los placeres mundanos y la vida espiritual. Y habla de la necesidad de una conciencia moral que rija los actos y ofrezca la certeza de estar haciendo lo correcto, para que aún en caso de preferir la vida conyugal sobre el celibato, se opte con la plena conciencia de que existen deberes y obligaciones también a observar dentro de ese camino. Una interpretación que hoy vemos lejana y extraña, pero que debe entenderse en un contexto en el que el amor romántico estaba aún por descubrirse.
Juan Carlos Montillo
Tarot del Amor
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