Una nota hace la diferencia: el perfume según Armani

Las fragancias que llevan la firma del prestigioso diseñador italiano Giorgio Armani son, sin duda alguna, tan sofisticadas y elegantes como las prendas de sus líneas de indumentaria. Sin embargo, curiosamente, no suelen ser tan simples, minimalistas y clásicas como su ropa. En el terreno del perfume, Armani se permite algunos excesos. Y aún sus creaciones más clásicas o frescas presentan siempre una nota original que desestructura y sorprende.

Seguramente el mayor éxito de esta firma en materia de sea el ya mítico perfume Acqua di Gio. Un Eau de Toilette ligero y soleado con una intensidad y una presencia inusuales en este tipo de fragancias. Acqua di Gio nació del recuerdo de unas vacaciones pasadas por el diseñador en la bella isla italiana de Pantelleria, sobre el mar Mediterráneo. Se trata de una fragancia, entonces, que se propone capturar el espíritu de feliz despreocupación y de relax al sol del descanso junto al mar. Su base es típicamente oriental, su corazón floral y sus notas de salida, frutales con un toque inusual: un acento de vodka. La típica bebida blanca rusa, ardiente y fuerte, se funde a la perfección con los acordes de limón, hojas de plátano, durazno y ananá.

Acqua di Gio fue lanzado al mercado en 1995. 15 años más tarde, Armani posee su propia villa en Pantelleria y son ya incontables sus estadías allí. Inspirado en ellas nació Acqua de Gioia, pensado para una mujer fuerte, libre y amante de la naturaleza. Y esta vez, la nota que sorprende aparece en la base del perfume, y es la de azúcar. Un acento que juega un perfecto contrapunto con el limón de Calabria de la salida y la pimienta rosa que se esconde dentro del engañosamente dulce corazón de la fragancia, arropada por jazmines y peonías.

Armani Code, lanzado en el año 2006, repite la fórmula, aunque con protagonistas completamente distintos. Este magnético perfume logra armonizar a la perfección la dulzura de la naranja italiana con la acidez de las naranjas amargas de África. Tras este atractivo contrapunto, un corazón de capullos de naranja y jazmín se desliza hacia una base plena de dulzura y sensualidad. Allí se encuentra el toque Armani de este perfume: una combinación de vainilla y miel que equilibra la amargura de las naranjas y aporta un toque voluptuoso y sensorial que redondea una fragancia única.