La imagen de la mujer en el tarot del amor egipcio
Las láminas de tarot egipcio son largamente milenarias, probablemente las más antiguas que existen. Resulta interesante, por tanto, analizar el rol del amor y la mujer en una sociedad que los consideraba de forma muy distinta a la de hoy. Ya en la Edad Media, cuna y origen de la popularización masiva del tarot, el concepto de amor romántico asomaba lentamente en la civilización occidental, a través, por ejemplo, de la poesía provenzal, que idolatraba la figura de la dama. Pero para la civilización egipcia, las implicancias del tarot del amor resultaban completamente distintas.
Una primera aproximación al mazo de tarot egipcio nos dice que el arcano VI, para el tarot gitano los Enamorados, era allí la carta de la Indecisión. En el medieval tarot de Marsella, a pesar de que su nombre ha cambiado, la imagen que ilustra la baraja guarda aún ecos de la del tarot egipcio. Allí, un joven debe decidir entre el amor de 2 mujeres, lo cual} es, en realidad, una metáfora sobre la necesidad de elegir entre la vida carnal y la espiritual. Algo que desaparece por completo en el más moderno tarot Rider Waite, donde la ilustración del arcano celebra el encuentro de los enamorados.
Es en el tarot egipcio el arcano XIX, la Inspiración (el Sol del tarot gitano), el que rescata la idea de unión entre los principios femenino y masculino como el origen y motor del Universo. Esta carta nos habla de la pareja como compañía y complemento; alguien que nos permite alcanzar la plenitud, completándonos.
Esta idea se retoma en el arcano XXXIII del tarot egipcio, la Alianza. Aunque se trata de una carta que habla de alianzas en general, y no sólo de la pareja, también se ocupa de ella. Este arcano nos enseña a disfrutar el amor de la juventud, pero a privilegiar el de la madurez. Una vez más, aparece la noción de la pareja como compañera, como esa otra mitad que nos apoya y completa.
Previsiblemente entonces, la figura de la mujer para el tarot del amor egipcio se centra en los roles de esposa, madre y alma del hogar. Algo que se refleja claramente a través del arcano XXIV, la Tejedora. Esta {carta|baraja} habla de una mujer honesta, que sabe mantener su buen nombre y trabaja afanosamente por su hogar y su familia, obteniendo así toda clase de recompensas a su modestia.
Juan Carlos Montillo
Registro automático