Diferencias entre la preparatoria abiertay la preparatoria tradicional
Las principales diferencias que implica cursar los estudios secundarios superiores en el sistema escolar tradicional o hacerlo de forma abierta, tiene que ver con la flexibilidad, pero también con una opción didáctica.
La preparatoria abierta, a diferencia de la común, no requiere un límite de edad. De hecho la mayoría de los estudiantes que la eligen tienen más de 18 años. También es flexible en cuanto a los períodos de inscripción, con lo cual el estudiante no pierde el año entero o el semestre sino que va avanzando por asignaturas, con lo cual todo lo acreditado suma para la promoción final, es decir, el certificado de culminación de sus estudios preparatorios.
En cuanto a la forma de aprender, se trata de un método didáctico diferente, que requiere mucho más disciplina y voluntad de parte del estudiante, pero también cuanta con recursos como el servicio de asesoría académica, al que se puede acceder de forma gratuita en algunos centros o abonando un arancel a un costo reducido.
La inscripción a la preparatoria abierta es gratuita y se puede realizar a cualquier altura del año. Tampoco requiere de una prueba de admisión. Sólo se le pide al estudiante que asista a una charla informativa donde se explica el funcionamiento del sistema.
No existe un tiempo estipulado en el que el estudiante debe culminar la preparatoria, pero sin embargo se controla en la modalidad abierta la cantidad de intentos para rendir un examen, sobre todo para apoyar al estudiante y que pueda seguir avanzando.
El hecho de no tener que marcar asistencias, cumplir horarios ni concurrir a un lugar físico determinado, a diferencia de la preparatoria común, hace de la preparatoria abierta la mejor alternativa para aquellas personas que desean culminar sus estudios secundarios, pero estaban imposibilitadas a causa de otra actividad paralela o dificultades de movilidad, transporte o económicas, entre otras.
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