El E-mail Marketing: Cuidado Y Cometes los Mismos Errores Que Otros

El E-mail Marketing. Hemos dispuesto que el e-mail marketing o boletín electrónico es una de las herramientas más fuertes y efectivas para lograr el objetivo de conseguir suscriptores voluntarios que a través del proceso de fidelización, se conviertan en clientes   asiduos de los servicios y productos que  damos  en nuestros sitios web. Ahora, en otro sentido, debemos ponernos de acuerdo en qué no se debe hacer a la hora de  hacer uso de esta herramienta. El E-mail Marketing

El E-mail Marketing. Lo primero que hay que proponer, y es lo más importante, es que todo boletín electrónico tiene que ser por suscripción voluntaria. Si usted creó el suyo y lo está enviando a todos los contactos que tenía en su directorio, sin que algunas de esas personas lo hayan solicitado de manera expresa, eso es ‘spam’, eso es anti-marketing. No solo no tiene sentido, sino que adicionalmente puede ser perjudicial para su negocio. Todos sabemos que no hay algo más disgustado que brindar la bandeja de entrada de nuestra cuenta de correo y encontrarla atestada de mensajes que no solicitamos y, peor aún, que no deseamos percibir.

El E-mail Marketing. Analicemos esta situación: si mis publicaciones tienen que ver con el mercadeo o los negocios por Internet, no tiene sentido que les haga asistir estos mensajes a quienes, por ejemplo, no leen el idioma español. Ni tiene sentido que yo envíe información de mercadeo en Internet cuando los verdaderos intereses de esas personas son la cocina, los juegos electrónicos o el deporte. ¿Para qué inundar los correos electrónicos de estas personas si, a la larga, nunca van a comprar mis productos simple y sencillamente porque no les interesan?

El E-mail Marketing

Entonces, la primera regla que se debe aplicar a la hora de crear un boletín electrónico es convenir que debe ser única y exclusivamente por suscripción voluntaria. Y no hay que comer relación o caer en una tentación que para algunos es invicto: comprar un CD o un DVD con una supuesta almohadilla de datos con correos electrónicos reales, clasificados por rubros. Por un banda, es común que la mayoría de las personas no reciba la información que usted envía, pues las cuentas no existen o están desactivadas. Ojalá mismo, ¿qué sentido tiene causarle alguna molesta a una persona que recibe una información que no ha solicitado? Usted y yo sabemos cuán enojoso es el ‘spam’ verdad.

A mí, particularmente, me causa muchas molestias, de diferentes formas. Por ejemplo, me hace perder tiempo y ese tiempo perdido se traduce en peculio perdido. Adicionalmente, y no es un detalle último, el ‘spam’ es ilegal en muchos países. En Estados Unidos, específicamente, es necesario cumplir una normativa a la hora de remitir boletines electrónicos, o de lo contrario inseparable puede ser multado. Igual sucede en España. En algunos otros lugares, la carta es laxa o, simplemente, no existe, pero eso no significa que el ‘spam’ sea aceptable o aceptado.

Por otro ala, de esta manera no sea ilegal, es claro que el ‘spam’ va en contravía de las normas de marbete de Internet. Y ese es un problema que a usted y su empresa puede generarles fuertes dolores de habitante o, peor aún, pérdida de esfuerzo y sacrificio tirado. Poliedro que la principal función de los boletines electrónicos es establecer una relación de confianza y credibilidad con ese prospecto al que queremos convertir en cliente, nada más inadecuado que bombardearlo con ‘spam’, es proponer, con información que él, de modo voluntaria, no ha solicitado.

En conclusión, es preferible que nuestra cinta de inscritos no sea muy numerosa y que sí, más aceptablemente, sea conformada por clientes que aceptaron de manera voluntaria percibir la información que obtenemos preparada para ellos.

Ese es el primer paso para iniciar el proceso de fidelización, es opinar, para cultivar esas relaciones que, con el paso del tiempo, a medida que la confianza y la credibilidad crecen, van a exceder en la operación de los servicios y productos que damos. Por allí dicen que más vale pájaro en mano que cientos volando, pero yo les aseguro, por mi experiencia, que la única forma de vencer billete es cuando los suscriptores, en verdad, son voluntarios.

H Luis Ayala

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