Tres Mitos Que Impiden El Desarrollo Personal 2ª Parte

Continuemos. Estábamos hablando de tres falsos mitos que nos han inculcado y que nos impiden avanzar en nuestro desarrollo personal. Pasemos a enumerarlos:

1 El equilibrio, el balance en la vida es un fin estático.

Cuando se obtiene ya está, y comeremos perdices hasta que reventemos de colesterol. Conseguiremos ser felices o tener el maravilloso producto con el que acabarán nuestros penares. Se alcanza y punto.

Es absurdo. La vida es dinámica, es cambio y evolución constante. Siempre en movimiento. Para vivir o  para caminar hay que mover las piernas, coordinar los brazos, ver lo que está delante, esquivar obstáculos, prever hacia donde giraremos. Y podemos tropezar, o no saber a donde ir. O echar a correr. Siempre cambiando y corrigiendo. Siempre con problemas o dificultades a solucionar. Y disfrutando como niños que han aprendido a ir en bicicleta.

Si nos detenemos y quedamos quietos, ya no avanzamos. Quedamos atrapados, en nuestros miedos, en las circunstancias. Dejamos de crecer y de experimentar. Nos convertimos en presa fácil. En el rebaño que llevan a donde quieren.

Si queremos una vida plena, debemos movernos, aprender de los golpes, disfrutar del camino. Y además, cuando no hay obstáculos, es como ir en bicicleta sin pedalear. Una gozada (algo vago si soy).

2. Todo ha de ser perfecto.

Otra que tal. Cuando consigamos la “felicidad”, todo será perfesto, corresto, concresto. Seremos la hostia. Tooodo de lucecitas de colores. Una explosión de luz, amor y tarjetas Visa Oro volando como cerdos (en ese mundo, los cerdos vuelan) por doquier. Es que no te lo puedes ni imaginar. Fijo.

No hace falta que te explique lo infantil e ingenuo que es pensar así. “Cuando sea mayor tendré…” La vida ni es perfecta, ni es mañana. La vida es como es, aquí y ahora. Y es fantástica si aprendes a aceptarla tal como es. Ahí radica todo.

Hay que aprender a disfrutar AHORA. Aceptar que a veces hay que ir dando tumbos. Aceptar que NO ERES LO QUE TIENES, y si piensas así, nunca tendrás suficiente. Siempre habrá algo que no tendrás. Aceptar que la medida eres TÚ, y que lo importante es tu vida, AHORA. Nada tiene que ver con esa empanada mental de la perfección “cuando llegue”.

3. La felicidad es una ficción

Nos venden que la felicidad, el equilibrio, el balance en nuestra vida sólo son esas imágenes bonitas, ese mundo irreal. Que es algo utópico y lo importante es el objeto de deseo. El equilibrio, la armonía, es un “envoltorio” ficticio para conseguir el premio. Lo primordial es el cachirulo isotónico contrachapado en cuarcita superactivada. No seas tont@ y déjate de historias.

Nada más lejos de la realidad. El proceso de conjugar el cuerpo, la mente y el espíritu hacia el objetivo de la realización personal, es auténtico. Es algo que encontrarás en tu interior. Todo lo demás, lo de “afuera”, solo es significativo porque así lo crees. Si te han inculcado, y has aceptado, que la vida es una excrecencia (soy muy fino) y es mejor seguir al rebaño, así será tu vida. Pero si crees que vale la pena luchar y disfrutar, te aseguro, palabrita del niño Jesús, que esa misma vida será diferente, serás otra persona. Y será tan verdad, tan real y cierta, como la otra.

Así funciona, creas tu realidad, la que te salga de las narices o de… las narices está bien, en tu interior. Y luego la proyectas, la generas “hacia fuera”. El gran engaño es hacerte creer que es al revés. Que es en el exterior que se libra la batalla. Que el mundo es la realidad, y que tu felicidad es una ilusión. Y así perderás siempre. TODO EMPIEZA DENTRO DE TÍ.

Bueno, galgos o podencos,  lo cierto es que se me acaba el tiempo. ¿Te has enterado de algo? Yo no, pero disimulo bien. Por lo tanto, improvisaré: “La experiencia hace maestros”… del desarrollo personal. Concluiré diciendo que todo cuanto somos no es efecto de lo que hacemos, sino de lo que sentimos. Ser conscientes es dejar de creer en las mamarrachadas que nos han inculcado. Allá ellos con sus fiestas. La libertad está al alcance de tu mano. Que así sea.

Son las tantas, tengo sueño, y no me he tomado la medicación. Mejor que antes de que me ponga burro me despida. Cuidadín conmigo.

Besos y a ser buenos

Xavier Arriarán

http://www.xavierarriaran.com