Desmitificando II
Me lo contaron hace años: una mujer de Bulnes baja por vez primera en su vida a Arenas. Evidentemente nunca había visto ningún tipo de vehiculo. Aquel día sí los vió. Y vió un carro de pan, con toldo, que eran los que por entonces utilizaban para el reparto y lo contó : Virgen de las Nieves, güela, cuantu pan salía de aquella maldita cueva….
Tambien vió un coche y lo vió asi: Depues vi un malditu diablu correr y ni caballos ni güelles jalaban per él.
Y una bicicleta : Y a un hombre que pataluxaba, pataluxaba entre unos jierros y corría que escentellaba. Así lo oí así lo cunto y que reondu caiga si mentira digo. Pongo este ejemplo, para que nos demos cuenta de una cosa: Como es la realidad y como se cuenta. La mujer, sea o no cierto el episodio, trataba de explicar, a lo que parece a su abuela, aquello que había visto, para ambas desconocido, comparándolo con la realidad de su entorno y con aquello que en ese ámbito mas gráficamente podía representarlo. Hay que hacer observar que se cuenta en verso. Algo parecido ocurre con los mitos (no es tan simple pero dejemoslo asì): Se parte de un hecho cierto y se fabula y con ello transciende lo terrenal, lo humano. Pero hay veces que la imaginación popular va mas allá y construye sus propias leyendas que a base de repetirlas acaban siendo admitidas como hechos históricos que han ocurrido, de una manera determinada o en lugares determinados y pasan a la tradición oral. A partir de ahí nadie lo discute. Eso pasa en nuestra tierra en donde es de todos sabido la explicación al nombre de Sotres (son tres) o la pretensión de que Muniama se llama así porque allí había una señora dueña de todo (ama Munia). En ambos casos es falso.Pues ademas de esto se da como cierto que en tiempos de Pelayo en las cercanías de Arenas hubo una batalla en la que mataron a todos los moros (y porque no había más). Se basa esta certeza en los nombres de algunos lugares a los que se da una interpretación interesada, ad hoc. De todos es conocida la coplilla : En Copacenti los coparon , en Pescandi los pescaron, en el Mortoriu los amortajaron y en la cueva Javiana los enterraron. Pues bien, eso lo desmiente totalmente la toponimia. ¿Por qué?. Como decían aquellas novelas decimonónicas por entregas, eso queda para el curioso lector que busque conocer la historia, cultura y etnografía de Cabrales.
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