El nacimiento de un bebé. Parte III
Entrevista televisada. Serie sobre educación con el Dr. M. Laitman, Limor Soffer-Fetman, psicóloga educacional y psicoterapeuta y Eli Vinokur, responsable de contenidos de educación en el Instituto Bnei Baruj – www.kabbalah.info
Limor Soffer-Fetman: Cuando nace un niño ¿debe ser separado inmediatamente después del nacimiento? Porque hay todo tipo de opiniones sobre esta cuestión.
Michael Laitman: Inmediatamente debe sentir a la madre. Aparte de las manos que le ayudan a salir y le arreglan un poco. Él debe sentir a la madre de inmediato, olerla, lo más rápidamente posible. Deben limpiarle un poco, lavarle, pero tal vez debería ser dado a la madre, incluso antes de eso. Él debe pasar por ello. Después de todo, pertenece al grado animal.
Limor Soffer-Fetman: ¿Hay alguna referencia sobre si el niño no debe dormir con la madre?
Michael Laitman: Recomiendo sencillamente observar a los animales. ¿Por qué no aprender de los animales? ¿En qué nos diferenciamos tanto? En nuestros cuerpos, estamos en el grado animal.
Limor Soffer-Fetman: Cierto.
Michael Laitman: ¿Y? ¿En qué son diferentes los seres humanos? En nada. Es mejor tomarlos como ejemplo y eso será lo correcto, seguir la naturaleza. Por lo tanto, por supuesto, un niño debe estar cerca de su madre, y ella no debe dormir junto a su esposo de inmediato. Esto nunca se hizo así en la historia humana, en ninguna de las culturas. El bebé debe estar al lado de ella. Hasta la edad de dos años, el bebé necesita sentir sólo a la madre y tal vez a los que la ayudan.
Limor Soffer-Fetman: ¿Qué pasa con el padre? ¿Cuál es el papel del padre al principio?
Michael Laitman: Es sólo a través de la madre. Él no tiene ningún impacto sobre el bebé. Al igual que durante el embarazo, después del nacimiento no tiene ninguna conexión con el bebé, sólo a través de la madre. Tal vez él está cerca de ella, pero no hay contacto.
Eli Vinokur: ¿Es el apoyo de un hombre importante durante el parto, en la sala de parto?
Michael Laitman: No, la Cabalá ni siquiera piensa en eso. También sabemos que siempre había parteras al lado de la madre. Un hombre nunca se acercaba.
Eli Vinokur: Cuando usted ve a un bebé crecer, el ritmo de los cambios, del desarrollo, es impresionante. ¿Hay una raíz espiritual específicamente para estos primeros años?
Michael Laitman: Por supuesto. Cuanto más crecemos, más lentos son los cambios, hasta que volvemos a la regresión. Así que, por supuesto, en el primer año se pueden ver cambios cada varias semanas, incluso cada varios días. Queremos ver estos cambios. Luego, se produce un ligero cambio una vez por semana. A la edad de uno o dos años, los cambios suceden una vez al mes. Esto es lo natural. Pero también lo vemos en todos los grados de Ibur, Yenika y Mojin (concepción, lactancia y edad adulta, respectivamente). Si el primer período fue nueve meses, el segundo período es de dos años, a continuación, hasta la edad de seis años, nueve, doce, trece, veinte, setenta y ciento veinte. En otras palabras, esos ya son períodos más largos.
Limor Soffer-Fetman: ¿Los períodos los describe como etapas de desarrollo?
Michael Laitman: Como etapas de desarrollo o envejecimiento. En Cabalá, todo es desarrollo. En nuestra vida física vamos decayendo, pero en la Cabalá se avanza constantemente.
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