Cómo Perder El Miedo A Escribir Artículos Sobre Negocios Online

Perder la vergüenza. Juego en casa. Es hasta cierto punto habitual  tener reparos para comenzar a publicitar tu empresa en Internet. Para el principiante es difícil romper la barrera psicológica de mostrarse en público. Normal. Pueden existir diferentes motivos por los cuales sientas miedo a escribir sobre tus negocios online. Aún no has aprendido a desembarazarte de prejuicios enquistados en tu subconsciente. Mentalizarse es relativamente sencillo. Y una vez se empieza, la costumbre crea el hábito.

Todo el mundo lo hace. Y cuanto más arriba, con menos honradez. Piensa que los casos siguientes ocurren cada día y nadie parece indignarse: Así, sin pensar mucho, los Bancos pueden prestar dinero muy por encima del capital real que tienen (reserva bancaria fraccionada). O que las grandes compañías multinacionales monopolizan el comercio mundial (tratados estratégicos). O que las decisiones económicas que aplican los Bancos Centrales (que son privados, en contra de la creencia popular) de todos los Estados, son dictadas cada mes desde Lugano, excepto en agosto y octubre. Y lo hacen por medio de una organización  bancaria (el BSI, “il capo di tutti capi”), propiedad de la misma oligarquía. Este banco es desconocido por la mayor parte de la Humanidad y no está sometido a ningún control jurídico, nacional o internacional. Si crees que alucino conspiraciones paranoides, por favor, antes infórmate.

Y a nadie se le cae la cara de vergüenza. Si todas estas bestialidades son aceptadas como normales, ¿Por qué has de temer enfrentarte a una hoja en blanco? Pregunto. Te he puesto ejemplos que giran sobre temas económicos capitales, no sobre cotilleos publicitarios. Si los Bancos pueden hacer propaganda sobre maravillosos créditos, dinero que en realidad no existe, no tienen (no proveen fondos para cubrir todas sus operaciones, bajo cobertura legal) y que se tienen que devolver con dinero real más la usura (intereses exorbitados) ¿Debes temer publicitar tu modo de vida? ¿A santo de qué?  ¿Encima te vas a creer que escribir sobre tu negocio online es poco menos que humillarte pidiendo caridad? ¡Hasta aquí habríamos llegado!

Además, ¿Te has parado a pensar que haces el resto del tiempo? Cuando entras en una tienda, ¿Se avergüenza el dueño al pedirte que deseas? Cuando trabajas para otro, ¿No exiges que te paguen tu salario? Cuando preguntas por revistas sobre algún tema, ¿Le da apuro al quiosquero enseñártelas? Cuando estás en una red social ¿Tienes reparos en explicar tus gustos o aficiones? Todos, en todo momento, de un modo u otro, estamos comerciando. Vendiéndonos a nosotros, en la imagen que queremos dar, en los objetivos que pretendemos. Vendiendo nuestro tiempo, en el trabajo, en nuestras relaciones. Todo es promoción, consciente o inconsciente, vendemos o nos vendemos. Está en nuestra naturaleza. Es parte del juego de la vida.

¿Debes sentirte mal por  trabajar o escribir sobre negocios online? Tu trabajo es tan digno como el de cualquiera. Y escribir sobre él, tan valido como que el tendero te diga que la última partida de quesos ha salido excelente. ¿Crees que es inmoral o una agresión decirte que el queso es bueno y será una buena compra? No seamos ridículos. Es lícito hacerlo. Pero siempre que actúes con sinceridad y honradez. Por dos razones: Una  práctica, antes se pilla a un mentiroso que a un cojo. Y otra ética, si crees que la prosperidad no se ha de conseguir con integridad, estás en el camino equivocado. Por otro lado, tampoco está mal comportarse como la mujer del César, “no basta con ser honesta, sino también parecerlo”. Claro, vende más. Bueno, esto me lo podría callar.

¿Y por qué vale la pena realizar el esfuerzo? ¿Por qué superar timideces y emprender tu labor por Internet escribiendo artículos? Pues bien, te voy a dar dos buenas razones:

La globalización mundial está propiciando un nuevo sistema de relaciones. Va desdibujándose la antigua sociedad industrial. Se mantienen los esquemas, pero no su funcionalidad. La estabilidad y seguridad en las formas de trabajo van despareciendo. Cualquiera que sea tu modo de ganarte la vida, pende de un hilo. Hilo al que ahora llaman mercado. Y el mercado no entiende de tus problemas. E Internet proporciona la flexibilidad y la libertad para adaptarse a la actual situación. Esta realidad implica cambio. Y el primero es en tu forma de pensar. De ver el mundo. El desarrollo personal forma parte indisoluble del mercadeo en la red. Porque estás solo frente a tu negocio y a tu ordenador. Y si no cultivas una fe ciega en ti y en tus posibilidades, perecerás en el laberinto. Aprender a vivir conforme a tus objetivos, implicarte en tu propia superación, es parte fundamental de este negocio. Un requisito transformado en premio.

Ahora tienes el qué, tienes el cómo y tienes el porqué. Sólo te falta el cuándo. Y si traspasas el umbral de la inseguridad, todos los impedimentos irán cayendo como un castillo de naipes. A un artículo seguirá otro. Las dudas y miedos desaparecerán. Como dije al principio, la costumbre crea el hábito. Y algo tan natural como divulgar tus negocios online, se convertirá en tu mejor herramienta.

En fin, señoritos y señoritas, podemos perder el tiempo que deseen deshojando la margarita, me quiere, no me quiere, pero el pollo está en el horno. A su disposición. Y como dijo el gran Dagobert Schneeberger Torsten-Bauer, “que no me pillen con el calzón bajado”.

A ser buenos y sumisos