La ventaja de la casa

En un primer momento, al contemplar los juegos de casino, es difícil ver cómo la casa puede tener algún tipo de ventaja sobre el jugador, cuando se remarca que es el azar el que va dictar los resultados. Sin embargo, lógicamente, si no existiera una ventaja sobre jugador los casinos no serían tan ricos como lo son, y no dejarían las enormes cantidades de dinero que dejan diariamente. De hecho, los espectaculares casinos de Las Vegas, que además son hoteles, prácticamente regalan la estadía, dejando las suites a precios irrisorios. La única trampa está en que de seguro el huésped se verá obligado a apostar en alguno de los muchos atrayentes juegos de cualquiera de muchas salas que ese casino tenga.

En términos matemáticos, el cero y el doble cero en la mesa de ruleta es lo que marca la ventaja de la casa. Esto es sencillo de entender cuando vemos que, al salir cualquiera de estos números, todas las apuestas externas van a pérdida. Y por lo general es grande la cantidad que se apuesta a par o impar, color, o cualquiera de las variedades que no impliquen poner un pleno. Matemáticamente hablando, con el doble cero, la casa tiene un margen de 5.26%. Para decirlo así, de $100 que se apuestan en una mesa, 5.26 quedan para la casa. Pero esto no termina aquí.

También existe lo que se llama hold. Este concepto es tal vez un poco más difícil de entender, pero también se refiere básicamente a una ganancia de la casa por sobre el apostador. La Comisión de Control de Casinos en Atlantic City emite todos los meses un reporte mostrando la ganancia y el hold de todos los casinos que controla. Imaginemos la siguiente situación: sale Colorado el 32, y nadie había apostado ese número (en las apuestas internas). En consecuencia, todos pierden, y la casa gana. Además, los plenos pagan 35 a uno, cuando en realidad las chances matemáticas son de 37 a uno. ¿Cómo es esto? Cuando usted juega un pleno, sus chances matemáticas de lograr que ese número salga es de 1/37 (2.70%, de cada 100 tiros menos de tres corresponderán a la puesta que usted ha realizado). Pero la casa le paga 35 a uno, es decir menos de lo que matemáticamente correspondería. No se asuste, esto es perfectamente legal.

Cómo jugar a la ruleta es más que una cuestión de suerte, es una cuestión de cabeza fría, de razonar, y de echar una mirada de los números que van saliendo. Es altamente improbable, por ejemplo, que se repite el mismo número que salió la tirada anterior. En consecuencia no juegue ese número.