Tradiciones del tarot gitano: las clarividentes
Entre los gitanos, se llama Shuvanis a las hechiceras o clarividentes. Mujeres cuya sabiduría se transmite de generación en generación. Durante siglo, se creyó que las Shuvanis mantenían tratos carnales con los espíritus de la tierra o del agua a cambio de poderes y conocimiento. Y que de esas uniones nacían, a su vez, nuevas Shuvanis. Nada más falso, evidentemente: el conjunto de saberes y procedimientos de la magia gitana es transmitido por las Shuvanis a sus descendientes más aptas, en una indestructible cadena de sabiduría que incluye, entre otras habilidades, la capacidad de descifrar las claves del pasado, el presente y el futuro a través del tarot gitano.
Los 4 elementos, agua, aire, fuego y tierra, conducen la práctica de las Shuvanis con su caudal de rica simbología. Honrar a la naturaleza es su principal ley. Cualquier acción que no respete la profunda comunión lograda por los gitanos con la madre tierra a lo largo de siglos de historia común resulta sencillamente inadmisible.
Los gitanos consideran al don de la clarividencia como la capacidad de entrar en sintonía con las energías del mazo de tarot y de quien desea consultarlo. Consideran que este don tan especial se transmite de generación en generación. Pero es un don que de nada vale si la clarividente no continúa enriqueciéndolo día a día mediante el estudio y la experiencia. Porque entrar en sintonía con la energía del consultante implica tener la capacidad de interpretar el mensaje que las cartas tienen para él en esa circunstancia particular de su vida. Algo que no se logra sin fina intuición, experiencia de vida, sensibilidad y conocimiento del alma humana y sus misterios.
Es de allí que surge la tradición que indica que las consultas al tarot siempre deben abonarse. No porque no hacerlo traiga mala suerte, un mito muy común que aún circula, sino porque las Shuvanis las encaran como un trabajo que demanda esfuerzo, honestidad y preparación y, como tal, merece respeto. Las Shuvanis pueden de hecho optar por obsequiar una consulta sin cargo si así lo desean, pero siempre en un marco de consideración y agradecimiento por su trabajo. No en vano es gracias a ellas que la riquísima tradición del tarot gitano ha llegado viva hasta nuestros días. Una tradición que conjuga de forma única y vital intuición, alegría, tradición, siglos de experiencia, sensibilidad y amor por la naturaleza.
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