El pulso de Don Jorge
Que Jorge Valdano, Director General del Real Madrid (de momento), es un hombre inteligente, y con una gran preparación profesional, nadie lo puede poner en duda, como tampoco, y es una opinión muy personal, que es un poquitín pedante en ocasiones, con esas expresiones adornadas que de vez en cuando salen de su boca, y que nos recuerdan a ciertos artesanos pasteleros, que recargan sus tartas con delicias de todo tipo, que al final, resultan enormemente sabrosas, pero empalagan en demasía, y decimos esto, sin despreciar en absoluto, la validez de las frases que pronuncia, ya que demuestra en la mayoría de las ocasiones un profundo conocimiento en cuanto a materia futbolística se refiere.
Pues bien, el Director General lleva ya bastante tiempo instalado en la zona ejecutiva del mundo del fútbol, ese sitio donde se toman las decisiones importantes, donde se gestionan los fichajes, se firman acuerdos y compromisos de todo tipo, y también, la cocina donde lamentablemente, bastantes veces, se cuecen los mayores desaguisados futbolísticos, y no hacemos referencia exclusiva al equipo merengue, hablamos de los clubes profesionales en general, en especial los más grandes.
El Sr.Valdano, lleva pues, bastantes años alejado de los banquillos, y parece que la memoria le falla, ya que se le ha olvidado pensar y sentir como entrenador, por eso hay cuestiones que no entiende, o no quiere hacerlo, que es mucho peor, ya que si de él hubiera dependido, jamás habría fichado a un entrenador para el Real Madrid, como José Mourinho, pero el que manda en el club blanco, es su presidente, Florentino Pérez, que fue sin duda alguna, el que puso toda la carne en el asador para fichar al portugués, en la que puede que sea, hasta la fecha, la mejor de sus decisiones como máximo mandatario del club de la capital de España, aunque el Sr.Pérez, también se confunde a veces, y piensa que un equipo de fútbol, se puede manejar como su empresa constructora, en la que como dueño que es, puede hacer lo que le venga en gana, incluso permitirse los caprichos que se le apetezcan, pero el Real Madrid es otra cosa bien diferente, y el fútbol y los ladrillos tampoco tienen nada que ver, aunque a nivel empresarial tengan aspectos comunes de organización y gestión, entre otras cosas.
Don Florentino, cumple su segundo mandato como máximo dirigente del madridismo, aunque durante el primero tuvo que salir por la puerta falsa y antes de tiempo, aunque bien es cierto que fue por decisión propia, así que, como pensamos que se trata de una persona inteligente al igual que su Director General, en ésta, su nueva etapa, imaginamos que habrá aprendido lo suficiente para saber estar a la altura de las circunstancias y responder a las complicadas exigencias de su cargo.
Volviendo a Don Jorge, y a su falta de sintonía con Don José (Mourinho), al que parece querer echarle un pulso, aunque por ahora lo ha perdido y ha tenido que replegarse hacia la retaguardia, no sabemos si discreta y sumisamente, o en plan el enemigo en casa (como siniestra amenaza en la sombra para el titular del banquillo del Santiago Bernabeu), se ha buscado un rival demasiado grande, y aunque el argentino no es, ni mucho menos, una mosquita muerta, hay que reconocer, que el portugués es un auténtico peso pesado, poseedor de una fuerte personalidad, y capaz de conseguir la mayoría de las veces, todo aquello que se propone.
El técnico lusitano, con independencia del brillantísimo historial que atesora, de su enorme capacidad como entrenador, de los títulos que puede llegar a conseguir esta temporada y de ser considerado en la actualidad como el Mejor Entrenador de fútbol del mundo (galardón otorgado recientemente por el máximo organismo del fútbol a nivel internacional, la FIFA), goza del favor de la afición madridista en su gran mayoría y por si todo lo dicho anteriormente no fuera suficiente, tiene de su parte a prácticamente toda la plantilla del conjunto blanco (siempre habrá alguno descontento, pero el 100% es imposible, sobre todo, por parte de los menos asiduos en las alineaciones), ratificado este aspecto además, por diversos medios de comunicación, en los que ha salido publicado que los futbolistas del Real Madrid, adoran a su entrenador.
¿Qué más se puede pedir?
Para terminar, decirle a Don Jorge, que reiterando el respeto que su capacidad intelectual nos merece, debería en nuestra modesta opinión, en primer lugar medir bien las distancias para saber con quien se pega, futbolísticamente hablando, y en segundo lugar, recordarle, que aunque él, fue como futbolista Campeón del Mundo, y Mourinho, ni tan siquiera llegó a profesional como jugador, eso no es motivo para menospreciarlo a nivel de entrenador, como mencionó en alguna ocasión en alguno de sus artículos, ya que si el portugués no fue futbolista, y ha llegado a ser el Mejor Entrenador del Mundo, si hubiese llegado a jugar en Primera División, a estas horas estaríamos hablando, probablemente del Mejor Entrenador de la Historia del fútbol.
Paco Arias.
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