Cuando pensamos en los disfraces, lo primero que nos viene a la memoria es: ¡Llega Carnaval! Pero el arte de disfrazarse no se limita sólo a dicha celebración, sino que puede disfrazar a los niños en cualquier otro momento y por cualquier otro motivo: para representar una obra de teatro, celebrar una fiesta de cumpleaños o sencillamente para pasar una tarde divertida en compañía de sus hijos o de sus amigos.
Un Disfraz puede elaborarse de manera muy sencilla y cumplir perfectamente su función aunque solo tengamos a mano unos pocos y sencillos elementos. De ese modo, será muy fácil improvisar una obra teatral durante la celebración de una fiesta de cumpleaños, que podremos incluso mejorar si la acompañamos de una buena pieza musical, o convertir una aburrida tarde lluviosa en una alegre velada en la que cada uno puede representar el papel de su personaje de televisión favorito, ya sea este de animación o real: como Bob esponja, Calamardo o James Bond.
Pero si lo que desea realmente son unos resultados sorprendentes e impactantes y puede organizar la actividad con suficiente antelación, comprobará que es importante que el disfraz sea una versión exacta de lo que quiere representar, y para ello debe estar compuesto por el traje correspondiente, un maquillaje adecuado y lo complementos mas variados.
En Internet y en la calle también, encontraras bastantes tiendas de disfraces al igual que blog de disfraces o páginas de fotos de disfraces, en las que adquirir estos productos en muchos casos a muy bajo coste, superando incluso el coste de fabricación casera, del mismo modo que también te servirán de inspiración para la confección de los trajes y los maquillajes.
Un punto final muy importante es respetar los gustos de los niños y sus preferencias.