La calidad de la educación debe mejorar rápidamente para combatir la pobreza y la desigualdad
La educación en los países iberoamericanos mostró avances en los últimos años, pero ya no es suficiente mejorar, sino que hay que "mejorar más rápido" para no quedar rezagados, afirmó el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación (OEI), Álvaro Marchesi. En entrevista con Efe en La Paz, destacó que la tasa de analfabetismo en Iberoamérica bajó del 10 al 9 por ciento en los últimos cuatro años, pero consideró que "es una injusticia que 28 millones de ciudadanos aún no sepan leer ni escribir". "Hemos avanzado mucho en el acceso, en el equipamiento de las escuelas, incluso en la formación del profesorado, pero hay problemas muy serios, retos enormes. La desigualdad en los países y entre los países, es el (problema) más notable", dijo. Según Marchesi, de nacionalidad española, otros problemas persistentes son la falta de calidad de la educación, el insuficiente apoyo y reconocimiento a la labor de los maestros y la aún escasa incorporación a la sociedad de la información y el conocimiento. "Hay retos que tenemos abordar entre todos, pero no sólo debemos ir mejorando, sino que debemos mejorar más rápido porque si no la brecha con otros países más desarrollados se amplía. Aunque mejoremos, los demás mejoran también", agregó. Precisamente, el plan 'Metas Educativas 2021. La educación que queremos para la generación de los Bicentenarios', aprobado en la XX Cumbre Iberoamericana en diciembre pasado, apunta a atender esta "agenda pendiente" y abordarla desde una perspectiva social. El secretario de la OEI llegó a La Paz para empezar a trabajar con las autoridades educativas bolivianas los proyectos del país enmarcados en el plan. A decir de Marchesi, el acierto del proyecto es que cada país ha elaborado sus metas desde su propia realidad, para articularlas en un programa colectivo que demandará una inversión de 100.000 millones de dólares en los próximos 10 años. Los países más desarrollados financiarán el ciento por ciento de sus metas, mientras que los más pobres aportarán el 70 por ciento y se buscará apoyo de organismos y empresas para costear el resto. Con este ambicioso plan, Iberoamérica no sólo quiere mejorar su educación, sino que busca construir un nuevo sistema educativo que mantenga la identidad de cada país y convertirse en una referencia para el mundo. "No queremos llegar a ser como los países desarrollados, queremos ser como nosotros somos, eso sí, con mayor bienestar y calidad de vida, con mejores condiciones y una buena educación, pero desde nuestras raíces", sostuvo Marchesi. Añadió que para que el proyecto sea exitoso, se requiere que los gobiernos "asuman el compromiso de la educación" de manera integral y no releguen esa responsabilidad a un solo ministerio.
Encuestas para conocer necesidades
Según el secretario de la OEI, también es necesario que los esfuerzos en cada nación sean continuados y tengan "una mayor participación social", para lo que es vital buscar nuevos aliados. La OEI creó un instituto de evaluación y seguimiento del proyecto, que presentará informes sobre el cumplimiento de las metas cada dos años. Dentro del plan, la OEI prevé realizar este año una encuesta para conocer la percepción de los latinoamericanos respecto a la educación en la región, sus avances y retrocesos, y en qué áreas se debería acentuar la inversión. Los resultados serán presentados en 2012 y se prevé realizarla cada tres o cuatro años para comparar los resultados.
Colegio apuesta por la reconciliación
En medio de un entorno de droga, pandillismo, toque de queda y limpieza social, estudiantes y maestros del centro educativo Fe y Alegría de Vitelma se atrevieron a recorrer las calles del barrio pidiendo respeto por la vida. Una noche, incluso, se tomaron con muestras artísticas un paradero del barrio hasta las 11 de la noche (en el sector no pueden estar en la calle después de las 8 de la noche) para hablar de paz y buenas relaciones vecinales y familiares. Su proyecto educativo, precisamente, gira en torno a la convivencia. En el colegio crearon horarios especiales de reflexión y mesas de conciliación para resolver los conflictos, pues la intolerancia es uno de sus mayores problemas, así como el poco respeto por las normas. "Había muchos enfrentamientos de chicos por niñas, incluso se atacaban con navajas. Decidimos, entonces, trabajar esta realidad escolar y con la Cámara de Comercio comenzamos a capacitar a docentes y estudiantes en la resolución de conflictos", dice la hermana María del Carmen Blanco, directora del centro educativo Fe y Alegría Vitelma. También capacitaron a los docentes para que se sintieran bien física y psicológicamente, de manera que pudieran trasmitir esta tranquilidad a sus alumnos. Otra estrategia de convivencia fue construir de forma colectiva las normas y los pactos de convivencia, incluso con la participación de los padres de familia.
Tomado de: Portafolio
Comp. Javier Mejía T. www.exagonobibliotecario.blogspot.com
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