Nuevos avances en medicina regenerativa

Una nueva técnica está cosechando numerosos reconocimientos en el campo de la medicina regenerativa. Se trata de una técnica que fomenta la autocuración de diversos órganos del cuerpo humano basándose en los factores de crecimiento, conocida comúnmente por sus siglas en inglés, PRGF. Con ella los músculos y los huesos se curan por sí mismos, sin reacciones alérgicas ni efectos secundarios a largo plazo. Esta técnica empezó usándose para el tratamiento de deportistas de élite (como el tenista Rafa Nadal o el ciclista vasco Joseba Beloki), con excelentes resultados, y últimamente está extendiéndose su uso a cualquier persona que padezca procesos dolorosos crónicos debidos al deterioro de tejidos como los tendones, el cartílago, los músculos, la rodilla, cadera u otras articulaciones, ya sea por envejecimiento o lesiones por desgaste.

Pero, ¿en qué consiste esta nueva metodología? Básicamente el paciente recibe infiltraciones de plasma "autólogo" rico en factores de crecimiento, que se produce a partir de su propia sangre tras eliminar en ella los glóbulos rojos, blancos y plaquetas. A consecuencia de ello el propio organismo consigue acelerar considerablemente sus procesos regeneradores.

Sus aplicaciones más habituales son en el campo de la traumatología, por ejemplo en el tratamiento de las lesiones de tendones. Dolencias como la tendinitis son muy molestas y prolongadas en el tiempo, y el efecto regenerativo de la nueva técnica acelera significativamente la recuperación natural a través de la proliferación de las células del tendón. También empiezan a utilizarlo los cirujanos plásticos o los dentistas, así como especialistas de otras áreas como la oftalmología, la dermatología y otras áreas de la medicina.