Si alguna vez pensaste que la leche era la bebida más sana para tu organismo, detente a leer lo que a continuación te digo.
Debes de saber que así como todos los productos lácteos, la leche contiene altos grados de grasas saturadas y no solamente eso, sino que también, la leche es un producto que particularmente contiene altos grados de colesterol. Además, la leche es un producto que al igual que sus derivados lácteos, es muy pobre en hierro.
Por otro lado, lo más temible de este producto, es que las hormonas que se inyectan a las vacas para su crecimiento forzado, permanecen en esta bebida hasta la hora de su consumo. Además de que a lo largo del tiempo, se han encontrado exámenes científicos que comprueban que existe una estrecha relación entre el consumo de leche y diversas enfermedades como las cataratas en los ojos, el cáncer en los ovarios, múltiples alergias y la diabetes en los infantes. He ahí que a los recién nacidos no se les puede dar leche hasta 10 meses después de su nacimiento. A diferencia de lo que seguramente pensabas, la leche no es un producto que frena la osteoporosis, ya que no es una fuente importante de calcio en el cuerpo, mucho menos de vitaminas o de fibra.
A. Verástegui
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