Cómo administrar el tiempo

Una de las reglas de oro para mejorar la productividad es que a cada actividad debes asignarle un tiempo y ceñirte a él en la medida de lo posible.

De lo contrario, corres el peligro de caer en la Ley de Parkinson, que dice: “Se tarda tanto en terminar un trabajo como tiempo se tenga para ello”.

En este artículo voy a darte algunas claves para que las pongas en práctica.

La capacidad de gestionar bien el tiempo es una habilidad que las empresas valoran cada vez más en sus trabajadores porque este factor aumenta notoriamente la productividad y la competitividad de la organización.

El primer paso para lograrlo consiste en reflexionar sobre cuál es tu misión en la empresa y qué objetivos debes cumplir en ella.

‘Retornar’ trabajos es uno de los puntos más delicados, pero también uno de los más importantes si realmente quieres centrarte en el corazón de tu actividad.

Una vez delimitado tu objetivo principal, convendrá que reflexiones sobre el tiempo que requiere cada una de las tareas que debes ejecutar.

Si la suma de minutos supera el total de horas de tu jornada, tendrás que estudiar la posibilidad de reducir el tiempo asignado a cada tarea, mediante un nuevo sistema de trabajo.

En ocasiones, la pérdida de tiempo está causada por hábitos obsoletos que sin embargo sigues utilizando pues haz fijado en tu mente un patrón de trabajo muy rígido.

Pero si realmente el volumen de trabajo te supera y no te es posible realizar todas tus tareas ni con la mejor de las planificaciones, entonces convendrá que te plantees hablar con tus superiores y exponerles la situación.

En definitiva la clave para optimizar el tiempo de trabajo es tener hábitos saludables de gestión del tiempo, y estos hábitos son:

Carlos Gallego – Creador del Curso “Domina Tu Tiempo”

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