Enfrenta tu proceso de divorcio

Nunca es fácil de aceptar cuando un matrimonio o relación de pareja termina, cualquiera que sea la razón, especialmente si uno de los cónyuges no quería el divorcio. Sin embargo, hay cosas que puedes hacer para que este momento difícil pase rápido.

Curarse después de un divorcio

Un divorcio es doloroso porque representa una pérdida, no solo de la relación, sino también de los sueños de pareja. Las relaciones amorosas  empiezan con una alta dosis de entusiasmo y de esperanza para el futuro, pero cuando el divorcio viene, lo que queda es una profunda decepción, estrés y dolor.

El divorcio puede lanzarte a un territorio desconocido, ya que altera varias de tus rutinas y responsabilidades, además de la estructura de tu familia y amigos e incluso tu identidad. De hecho, puede traerte incertidumbre sobre el futuro de tu vida en pareja.

Recuperarte de un divorcio es difícil. Sin embargo, es importante que sepas que puedes y que vas a seguir adelante. Aunque, la curación toma tiempo, así que tienes que ser paciente.

Lo que tienes que hacer para enfrentar un divorcio

Reconoce que es normal tener sentimientos diferentes. Si te sientes triste, enojado, cansado, frustrado y confundido de manera intensa es totalmente normal, pero acepta que reacciones como éstas disminuyen con el tiempo. No te aísles. Comparte tus sentimientos con amigos y familiares que puedan ayudarte a salir de este periodo. Únete a un grupo de apoyo donde puedas hablar con otras personas en situaciones similares.

Si te aíslas puedes elevar tus niveles de estrés, reducir tu concentración y tus relaciones en general. No tengas miedo de pedir ayuda profesional si la necesitas.

Cuidar de ti después de un divorcio es muy importante

Un divorcio es un evento muy estresante, así que cuando pases por un momento como este es importante que te cuides. La tensión vivida en este momento te puede dejar física y psicológicamente vulnerable.

Trátate como si estuvieras en recuperación de una gripe; descansa lo suficiente para reducir al mínimo otras fuentes de estrés y reduce tu carga de trabajo.

A medida que sientas las emociones de pérdida y empieces a aprender de tu experiencia, podrás cuidarte mejor y tomar decisiones positivas.

Algunos consejos para cuidarte son:

Tómate un tiempo para consentirte. Esto te ayudará a curarte mediante la programación de tiempo diario para actividades que encuentres relajantes y calmantes.  Puedes salir a dar un paseo, escuchar música, disfrutar de un baño en tina, etc. Presta atención a lo que necesitas en cualquier momento y expresa lo que sientes. Haz lo que creas que es lo correcto y lo mejor para ti a pesar de que pueda ser diferente de lo que hacías antes. Di “no” a lo que no quieras hacer y olvídate de tu ex. Mantén una rutina. Un divorcio puede perturbar casi todas las áreas de tu vida, amplifica la sensación de estrés, la incertidumbre y el caos. Volver a una rutina regular puede proporcionarte una sensación reconfortante de normalidad. Tómate un tiempo fuera. Trata de no tomar ninguna decisión importante en los primeros meses después de un divorcio. No empieces en un nuevo trabajo o decidas mudarte. Es preferible que esperes hasta que estés menos emocional. Explora nuevos intereses. Un divorcio es un comienzo y un fin. Realiza nuevas actividades que te den la oportunidad de disfrutar de la vida en el presente, en lugar de vivir en el pasado.

Aprende del divorcio

Algunas preguntas que debes hacerte para analizar las razones de tu divorcio son:

¿Cómo contribuiste a los problemas de la relación? ¿Tienes tendencia a repetir los mismos errores o a elegir a la persona equivocada? ¿Cómo reaccionas con el estrés? ¿Cómo haces frente a los conflictos e inseguridades? ¿Podrías actuar de una manera más constructiva? ¿Aceptas a los demás como son o quieres que cambien? ¿Dominas a tus sentimientos negativos o ellos te dominan a ti?

No te preguntes quién tiene la culpa, ni castigues tus errores. A medida que vayas examinando el proceso de curación habrás aprendido más sobre ti.