Indios en Orisa
El estado de Orisa no es cosa de risa, dicen que quién tiene una amigo tienen un tesoro, y así se hace llamar una web: "amigos de Orissa" pero existe un silencio en la mayoría de los medios de comunicación occidentales, pues parecen que están más preocupados «por los osos que por los seres humanos (cristianos)» según dice un cardenal, aunque si nos situamos en la India eso del oso suena más a chino... Ya que los animales de la India que le viene a uno a la mente son: las vacas, elefantes o tigres...
Según comentan los actos de violencia contra los cristianos se extienden y algunos fanáticos van saqueando y profanando iglesias (veinte), así como numerosos centros de culto cristiano. Pero como ya se ha dicho, eso no es noticia, puesto que el "Orissa-turismo" nos hará saborear la conocida ciudad de las catedrales (300 templos hindúes), o las extensas tierra donde se cultiva el arroz, o la importante reserva de aves del lago Chilka con más de 150 especies.
¿Quién se acuerda de Gandhi? Que se inicio mediante la resistencia pasiva y la desobediencia civil contra leyes que discriminaban a los hindúes en Sudáfrica. (Aunque fracasara en el intento).
¿Quién se acuerda de Mahatma (gran alma)? Que predicaba la no violencia como medio para resistir al dominio británico en la India. Cuentan, que su fuerza moral influyo en el desarrollo de la independencia de la India, aunque la separación del Pakistán le dolió.
Este hombre que hizo que nos lleváramos una imagen de la India, como país, "pacífico y tolerante espiritualmente" y que escribió "carta a un hindú" como respuesta a los nacionalistas indios que apoyaban la violencia y que parece que no le sirvió ni al él mismo, pues le mataron; me resulta curioso, pues dicen que se inspiró en un americano que había escrito (años antes) un panfleto titulado "la desobediencia civil" y que tanto uno como otro, se quedaron con las ganas de extender, la razón, el pacifismo y la desobediencia civil.
Y ya nadie se acuerda de Confucio (otro hombre, ni americano, ni indio, sino chino), y que el americano cita en su panfleto: "Si un estado es gobernado por los principios de la razón, son cosa vergonzosa la pobreza y la miseria; si un estado no es gobernado por los principios de la razón, son cosa vergonzosa las riquezas y los honores".
Así pues, es lógico, que ahora no "se lleve" la vergüenza y que la razón se haya escondido en "lo relativo" y la desobediencia civil cuando se tienen bienes que perder se olvide por costar demasiado desprenderse de esas comodidades. Será por eso, que no queremos pensar lo que decía el americano (Thoreau): "yo no vine a este mundo para por encima de todo convertirlo en un buen lugar para vivir, sino para vivir en él, tanto si es un buen lugar como si es malo. Un hombre no tiene que hacerlo todo, sino que debe hacer algo; y, como no puede hacerlo todo, no es necesario que haga algo malo".
¿Dónde esta ese país pacífico y tolerante?. ¡Mejor "el silencio"! y no comentar, y seguir sin avergonzarnos de "la violencia" (esta vez, contra cristianos en Orisa), no sea que otro día la tengamos tan cerca que nos sorprenda. Pero lo curioso, es que la tenemos (la violencia) a la vuelta de la esquina de nuestra casa y no la vemos y los hombres que aspiran a ser honrados siguen mirando con desconfianza la desobediencia civil.
Jaume Canals
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