Recupérate de un divorcio

Probablemente ya experimentaste la pérdida de tu pareja a través del divorcio. Si bien esta puede ser una experiencia increíblemente dolorosa y aislante, puedes ayudarte a superarla.

Si bien hay muchas similitudes en lo que las personas experimentan respecto al divorcio, cada divorcio es diferente el uno del otro, al igual que los individuos involucrados y la relación que hay entre ellos.

Si se trataba de tu primer matrimonio, ya sabrás lo dura que es la situación. El final de una relación a largo plazo puede causar que experimentes una pérdida de identidad y que tengas que explorar y descubrir más de ti.

Hay quienes consideran que cuando necesitan apoyo emocional, deben recurrir a su pareja, lo cual se complica cuando se da el divorcio, cuya experiencia puede dar lugar a una multitud de emociones, como el shock, la ansiedad, y tal vez, en algún momento, la aceptación.

Además de ello, cuando ocurre el divorcio se pueden presentar efectos físicos en la alimentación y/o hábitos de sueño. ¿Lloras con frecuencia? Puede que después no puedas concentrarte bien y estés más irritable de lo normal. Tu estado de ánimo puede variar de un momento de a otro.

En ciertos momentos puedes llegar a pensar: “¡Váyanse todos!” y después te pongas a llorar como si estuvieras perdiendo la razón. También puede que quieras dejar de ver a los amigos que tienes en común con tu ex pareja, así como que quieras dejar de frecuentar los lugares a los que iban juntos.

¿Y qué hago para superar mi divorcio?

Lo primero y más importante para superar el divorcio es que reconozcas que la recuperación después de un divorcio implica duelo y eso lleva tiempo. Se paciente contigo mismo durante el proceso. También te sugerimos que evites hacer cambios drásticos y que actúes por impulsos destructivos. Deja que tus amigos y/o familia sepan que estás sufriendo; hazles saber cómo te pueden ayudar (con música, si trabajan contigo, que te ayuden a estudiar, etc.).

El ejercicio regular y una dieta saludable pueden ayudarte a dar estabilidad a tu vida. Varias personas encuentran que el regreso a la rutina ofrece comodidad y sensación de que las cosas están volviendo a la normalidad.

En caso de que las dificultades sean persistentes (por ejemplo la depresión), podría serte de utilidad que consideres hablar con un terapeuta. Trata de dejar de recordar a la persona, tanto en sus momentos buenos como en sus momentos malos. Nadie es indispensable para vivir.

Si aún sigues recordando lo bueno y lo malo de tu ex pareja, no es necesario que te castigues cuando salgas con alguien más. Aunque la relación haya terminado, es decir, ten en cuenta que puedes volver a empezar.

Cada relación que tengas te llevará a conocerte a ti mismo más y más: ¿cómo te relacionas con los demás? ¿qué tipo de relación funciona mejor para ti? Utiliza esta información la próxima vez que inicies una relación romántica.

Lo más importante es que no te des por vencido en las relaciones de pareja solo porque tuviste que pasar por el divorcio.