Rafting en Mendoza para disfrutar en familia
El rafting es una actividad que está tomando cada vez mayor impulso en todo el mundo. No sólo los amantes del turismo aventura encontrarán en el rafting una actividad sumamente placentera, sino que se emplea como herramienta para desarrollar las habilidades de trabajo en equipo. Por este motivo cada vez más y más empresas organizan excursiones donde sus empleados deben descender en un gomón neumático por tormentosos ríos, con la intención de aprender que la cooperación y el trabajo en equipo siempre llevan a buen puerto.
Mendoza brinda gran cantidad de locaciones donde poder practicar rafting, ya que la mayoría de sus ríos son nacidos en la cordillera de los Andes, por lo que suelen ser bastante caudalosos y atravesar empinadas pendientes a lo largo de su recorrido. Por lo tanto, es posible practicar rafting en Mendoza en los ríos Atuel, Tunuyán, Grande o Mendoza. La única condición para practicar rafting es respetar la normativa de seguridad que el guía sabrá impartir, y saber nadar.
El Río Atuel nace a unos 3500 m de altura. En el lenguaje mapudungún, idioma hablado por los antiguos mapuches, este vocablo significa "lamento". Existen una infinidad de diques niveladores del caudal a lo largo del recorrido de este río. El primero que se halla en su tramo superior es el Rincón del Indio. En su tramo medio esta Negro Quemado, como así también más de 540 km de canales y 850 km de redes colectoras que buscan regular su caudal y controlar las inundaciones, como así también brindar riego a distintas zonas.
Un escenario ideal para principiantes en el rafting con un nivel de dificultad de I y II se encuentra en el valle Grande, en el departamento de San Rafael. Las aguas de este sector son conocidas como "aguas blancas", por la cantidad de espuma que el río genera al atravesar los rápidos. Todo el año pueden desarrollarse este tipo de excursiones, aunque el pico máximo de atracción se genera durante la época estival. Los recorridos seleccionados para los distintos niveles suelen oscilar entre los 6 km de longitud y los 16 km, tomando aproximadamente entre una y dos horas para su realización completa.
La mayoría de las empresas que brindan este servicio se encargan de garantizar la seguridad de los participantes, tomando las medidas necesarias para que esto suceda. En primer lugar se ofrece un completo equipo de seguridad, consistente de un casco y chalecos salvavidas. Además el trayecto de la balsa es acompañado por otras embarcaciones que supervisan su recorrido. Por esta causa el rafting en Mendoza es ideal para ser practicado en familia, generando una experiencia inolvidable.






































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