La rehidratación en el fitness
¿Nunca le ha sucedido que al momento de practicar rutinas de ejercicios cardiovasculares o ejercicios de musculación, su cuerpo no rinde como debería?
Esta situación se presenta con mas frecuencia en aquellos gimnasios muy concurridos, siendo aún más notoria en aquellas localidades que gozan de un clima tropical o en sitios donde están en plena temporada de verano. La pregunta que vendría al caso es, ¿A qué se debe esto?
Sucede que muchos locales para practicar fitness no cuentan con un buen sistema de ventilación, por lo que el calor de la temporada se concentra con mayor intensidad en el interior de estas edificaciones, lo que sumado a el calor producido por las personas que están practicando ejercicio, generará un ambiente bastante desagradable y poco propicio. ¿Es esto malo? Claro que si, uno de los procesos indispensables que debe realizar nuestro cuerpo cuando estamos practicando alguna actividad física es la liberación del calor corporal a través de la transpiración, ayudándose para esto en una correcta rehidratación y en una correcta ventilación del ambiente donde se esté llevando a cabo el ejercicio.
Cuando el cuerpo no puede liberar el exceso de calor producido por la actividad física, éste empieza a sufrir de una constante sensación de cansancio y de letargo, esto debido a que el sobrecalentamiento corporal termina afectando las ordenes que el cerebro envía a los músculos, situación que le impedirá llevar a cabo correctamente sus rutinas de ejercicio. Por lo tanto, el sobrecalentamiento corporal puede convertir sus prácticas de fitness en una experiencia totalmente desagradable y desmoralizadora. ¿Qué podemos hacer para evitar todo esto?
Aunque las opiniones pueden variar, esencialmente se recomienda lo siguiente:
Recuerde hidratarse constantemente, antes, durante y después de realizar la actividad física. La mayoría de personas espera hasta sentir sed para hidratarse, lo que es un grave error, ya que la sed es síntoma de que ya se está deshidratado. De igual manera, recuerde llegar hidratado al gimnasio. A ser posible, practique sus rutinas de fitness al aire libre. Patinaje, aeróbicos, jogging, ciclismo, natación, o una simple caminata son excelentes ejercicios cardiovasculares que puede practicar al aire libre. Al momento de asistir a un gimnasio, procure invertir dinero en uno con excelentes instalaciones físicas, ya que estos cuentan con mejor ventilación (y con mejores aparatos). En caso de que en su ciudad no hayan muchas alternativas, procure asistir en horas de poca asistencia.
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