Ordenador Tortuga

Les quiero contar sobre mi ordenador, que lo quiero tanto pero hay días que lo odio. Son los días en que mágicamente se convierte en una tortuga.

Hace unos días cuando he vuelto a casa luego del trabajo, me preparé un café con unas deliciosas galletas de chocolate, y me dirigí al cuarto a encender el ordenador. Aunque estaba muy cansada tenía que continuar con mi segundo trabajo, sólo que éste era en casa.

La verdad que hoy he trabajado bastante, pensé para mí, pero bueno, mis promesas son promesas, debía entregarlo dentro de dos semanas. Abrí el Excel y comencé con mi tarea. Realicé un cuadro e iba colocando las fórmulas correspondientes. Fórmulas condicionales, función promedio, sumas, IVA, etc. Según lo que me indicaban las consignas.

Al cabo de una hora, se me apagó la PC, perdiendo todo mi trabajo. Me impacienté. ¿Por qué me tendrá que pasar esto a mi?, dije enfadada. Al encenderla otra vez, trataba de abrir el Excel, me aparecía el símbolo del reloj de arena durante tres minutos y ya me estaba empezando a fastidiar un poco. Decidí recostarme un rato, imaginándome que luego, el ordenador funcionaría mejor. Pero pensando en mi trabajo no pude descansar ni siquiera unos minutos.

Rápidamente me levanté y volví a sentarme frente al ordenador para intentar continuar con mi trabajo. Al abrir nuevamente el Excel apareció ese bendito símbolo en lugar del Mouse. Ya estaba presintiendo que mi ordenador por algún motivo estaba comenzado a funcionar bastante lento. Ordenador lento como una tortuga! Esto mismo me ocurrió durante unos cuantos días, a lo que decidí comunicarme con un servicio técnico, quien me pidió que le llevara el ordenador a su despacho y lo verá.

Impacientemente lo llevé y esperé al resultado, pero igualmente comencé a realizar el trabajo en la casa de un amigo, ya que debería entregarlo a la brevedad. El bendito técnico me dijo que para solucionarlo debería comprar un antivirus, pero que tampoco estaba garantizada la solución.

Estoy pensando en tirar el Ordenador a la basura y volver al "Lapiz y Papel", pero no puedo. Por eso les digo: Odio a mi ordenador tanto como a mi jefe!