La fiesta más popular de Barcelona: San Jorge (23 abril)

Aunque el día oficial de Sant Jordi, patrón de Barcelona, es el 23 de abril, este años se han adelantado las celebraciones debido a que el día cae en plena Semana Santa. Pero sólo se ha adelantado para los lectores, ya que de momento no se han empezado a vender las rosas.

El Parlament de Catalunya inició el viernes (15 de abril) las celebraciones del día de Sant Jordi con la tradicional lectura que organiza conjuntamente con la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), que este año ha estado dedicada al centenario de la primera edición de La bien plantada, de Eugeni d'Ors.

Eventos

La presidenta de la Cámara, Núria de Gispert, y el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, han abierto la lectura en la que han participado unos treinta lectores, entre diputados y representantes de la sociedad civil y el mundo de la cultura. Han participado el ex presidente del Parlament, Ernest Benach; la cantante y actriz Nina; la poetisa Marta Pessarrodona, Premi Nacional de Literatura; el president del Consell Nacional de la Cultura i les Arts (Conca), Francesc Guardans; la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals; el escritor Oriol Pi de Cabanyes; el secretario general de la Conselleria de Cultura, Xavier Solà, y el director del ILC, Oriol Izquierdo, entre otros.

Según la tradición popular, San Jorge era un militar romano nacido en el siglo III en la Capadocia (Turquía). El santo, que servía bajo las órdenes del emperador Diocleciano, se negó a ejecutar un edicto del emperador que le obligaba a perseguir a los cristianos y por esta razón fue martirizado y decapitado por sus coetáneos. Muy pronto se empezó a venerar como santo en la zona oriental del Imperio Romano y enseguida aparecieron historias fantásticas ligadas a su figura.

La leyenda de San Jorge

La gesta de san Jorge y el dragón se hizo popular en toda Europa hacia el siglo IX bajo el nombre de "Leyenda áurea" y fue recogida por el arzobispo de Génova, Iacopo da Varazze, más conocido como Iacobus de Voragine, en 1264, en el libro 'Legenda sanctorum'. En esta versión, sin embargo, la acción transcurría en Libia.

La versión de la leyenda más popular en Cataluña explica que en Montblanc (Conca de Barberà) vivía un dragón terrible que causaba estragos entre la población y el ganado. Para apaciguarlo, se sacrificaba al monstruo una persona escogida por sorteo. Un día la suerte señaló a la hija del rey, que habría muerto de no ser por la aparición de un bello caballero con armadura que se enfrentó al dragón y lo mató. La tradición añade que de la sangre derramada nació un rosal de flores rojas.

Esta misma leyenda, con ligeras variaciones, se repite en las tradiciones populares de Inglaterra, Portugal y Grecia, entre otros países.

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