Eddy Martinez
Es verdaderamente una inmensa suerte, haber podido acompañar con mi guitarra, en la Peña “Charles y su Peña” a un tremendo cantante como lo fue Eddy Martínez (Guillermo Bedoya Martínez) pero, ¿por qué digo, una inmensa suerte? Porque se puede contar con los dedos de la mano a artistas de la talla de Eddy. Artista con cualidades, que muy pocos tienen en la actualidad.
Señor de señores, un caballero a carta cabal, un timbre de voz privilegiado, fuerza interpretativa insuperable y sobre todo un espíritu amical, que lo diferenciaba del resto de personajes del criollismo peruano.
Eddy siempre llegaba media hora antes de su presentación a la peña y mientras la orquesta acompañaba a otro artista, él, en el camerino se disponía a calentar la voz. Luego el animador lo presentaba – “señoras y señores, con ustedes: Eddy Martínez” – la orquesta (en la cual yo tocaba el bajo electrónico) empezaba con la introducción del bolero “María la O” Eddy hacia su aparición en el escenario de la Peña y el público aplaudía con mucha fuerza.
Entre canción y canción a Eddy le gustaba mandarse un chistecito o contar alguna anécdota de su vida profesional. Una de las anécdota que contaba con mucha gracia era la siguiente: (palabras de Eddy): -“recuerdo que cuando cantaba en un escenario en el país de México, me pedían: “oye chaparrito, cántate el vals de la ametralladora” y yo les preguntaba ¿y cuál es ese? Ellos me decían: “yo quiero que escuches la imagen de mi alma que te ama y te adora como aventura que nadie ha gozado…”
Eddy jamás pronunció algún chiste con groserías – como suele ocurrir a menudo con otros artistas, y que supuestamente tienen que causar gracia – el respeto al público para él, era lo más importante. Con mucha finesa contaba el chiste que decía lo siguiente: - “Una pareja de esposos recién casados va al médico y le preguntan, qué clase de anticonceptivo deberían de tomar, a lo que el médico les contesta: una manzana diaria. Y el esposo le pregunta al médico: doctor, perdón ¿la manzana antes de, o después de? Y el médico les contesta: “no en vez de” –
Otro chiste con mucha clase contado por Eddy:
“Un misionero en la selva va caminando por el campo tratando de enseñarle a un nativo el idioma castellano y le va diciendo señalando algunas cosas: “hijo mira, eso es un árbol, repite conmigo: árbol” y el nativo contesta: “arból, arból”. Luego más adelante el misionero le dice “hijo mira eso un pájaro, repite conmigo: pájaro” y el nativo contesta: “pajáro, pajáro” seguidamente se encuentran a dos nativos en una escena un poco comprometedora haciendo el amor entre matorrales, y el misionero no sabía que decirle al nativo. Entonces rápidamente se le ocurre algo y le dice al nativo: “hijo mira, indio montando bicicleta” a lo que el nativo saca su arco y flecha, y mata al nativo que estaba “montando bicicleta”. El misionero le dice: “¡¿hijo mío que has hecho? ¿Por qué lo has matado!?” el nativo le contesta: “¡porque bicicleta ser mía!”
Eddy tenia la particularidad de llamar por teléfono a todos – literalmente a todos – sus compañeros artistas, tanto cantantes como músicos, amistades y familiares en general, para saludarlos por el día de sus cumpleaños. Y les cantaba una serenata por teléfono. El asunto era tan particular, pero tan particular, que el que recibía la llamada, pensaba que solamente se acordaba de el – personalizaba el saludo -.
Eddy; en donde estas, se que estarás leyendo este artículo escrito para ti, de todo corazón. Déjame decirte que siempre te recordaremos con mucha alegría, con esa alegría que tú trasmitías a todos. Supiste cultivar esa amistad con todos nosotros, para que ahora coseches ese profundo recuerdo que siempre nos acompañará hasta el día que Dios decida; y nos podamos encontrar para hacer lo que más nos gusta: cantar nuestra música criolla.
Descansa en paz, entrañable y recordado amigo: Eddy Martínez “el pequeño gigante de la canción criolla”
Andrés Arbulú Martínez
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