Tratando de reflexionar
Amigo Dante, tienes razón en todo lo que dices con respecto a los grandes empresarios, que se llenan los bolsillos con el sufrimiento de sus empleados, a los cuales no les llega el más mínimo chorreo de esa inmensa fortuna acumulada. Sin embargo, quiero contarte algo que pude observar hace poco, con una subsiguiente reflexión.
El jueves santo, tuve la oportunidad de recorrer estaciones (templos católicos) con amigos y familiares en el centro de nuestra Lima. Te cuento, que este año pude observar que la afluencia de público era inmensa. No se podía entrar a los templos y si lo lograbas, te entraban y te sacaban literalmente. Pude observar también - sin temor a equivocarme - que el 90% de esas personas estaban allí, sin la menor idea de lo que significa recorrer estaciones un jueves santo.
Pero ¿a qué va este comentario? Dante amigo, lo que puede observar también, es algo que no me cabe en la cabeza. Familias enteras de apariencia bien provinciana – ojo que este comentario no lo hago con animo racista ni despreciativo para con nadie – cholitos (en el buen sentido de la palabra) no muy bien vestidos, con celular en mano y cámara fotográfica de última generación. (Y lo digo porque conozco del tema, relacionado con aparatos electrónicos de última generación) la pregunta es: ¿Cómo se gana la vida esta gente? Indudablemente no creo que sean esos empleados explotados por los grandes empresarios. O a lo mejor, ¿tendrán algún tipo de negocio?
Amigo Dante, siempre que hago un comentario lo hago desde mi experiencia personal. Y si hay algo que quiero reconocer; es que nunca he tenido la oportunidad de ver con mis propios ojos, a gente verdaderamente en extrema pobreza (de que hay, los hay). Pero sí, he podido conocer y tratar a gente de mucho dinero (por el mismo trabajo que realizo). Pero lo inexplicable es que dentro de este tipo de “clase social” hay personas déspotas y personas de un gran corazón y tremendo sentido del compartir. Pienso que el asunto es mental. Y lo grave – creo – seria que una drástica medida económica contra todas estas personas, (ricachonas) afectaría también a los que verdaderamente tienen este buen modo de ver la vida con respecto al prójimo.
Pienso también que el candidato a la presidencia que dice que terminará con la pobreza en nuestro país, está mintiendo. Porque si un pobre de extrema pobreza sale de esta situación, vienen 5 más, detrás de él, que siguen en esa condición. La mentalidad del peruano es esa. El pobre que sale de su situación, lo primero que hace es comprarse una cámara fotográfica de última generación, tratando de parecerse a los que tienen dinero, pero no hacen nada por sacar a sus similares de la pobreza.
Otro tema que me hace reflexionar es el siguiente: Humala ganó la primera vuelta con su plan de gobierno. Ahora quiere cambiar el discurso; pero toda esa gente que votó por él en primera vuelta, lo hizo a sabiendas de su plan de gobierno ¿no se sentirán defraudadas si cambia de discurso? Me explico: supongamos: “Yo voté por Humala, porque su plan me pareció bueno y recontra radical, pero ahora lo veo que se pone en el centro, y casi a la derecha diría yo. ¿Debo votar por él en esta segunda vuelta? Creo que es para pensar ¿no te parece?
Creo que Humala debe ser sincero y genuino con su plan de gobierno, no retractarse en nada de lo que suscribió, para ver si verdaderamente la gente votará por él.
Un abrazo y estamos en contacto.
Andrés Arbulú Martínez
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