Las cartas del tarot y el Ermitaño
Las cartas del tarot nos hablan de gran cantidad de temas, en especial de aquellos relacionado con el alma humana. El Ermitaño es uno de los arcanos que más profundamente habla de este tipo de temas, es por excelencia la carta que se relaciona con la naturaleza de la existencia y el propósito de la vida. En algun momento de nuestras vidas, sentimos la necesidad de detenernos a pensar sobre estos temas trascendentales. Quizá por hechos sucedieron y nos han afectado profundamente, o solamente por el paso de los años, pero de una u otra forma, todos nos preguntamos para qué estamos en este mundo.
No hay duda alguna sobre que la contestación a este tipo de interrogantes solamente la encontraremos dentro de nosotros mismos, tras un largo período de reflexión y de conversaciones internas. La ilustración de este arcano nos habla en concreto de esta situación. En ella puede verse a un hombre en la más absoluta soledad, parado sobre la nieve, con un fondo despojado de cualquier clase de ilustración. Se destacan la lámpara y el palo, como únicos elementos que lo ayudarán a encontrar la contestación a sus preguntas.
Lo que nos esta diciendo el Ermitaño es que ha llegado el momento de encarar en soledad una búsqueda para la que, en definitiva, y aún sin saberlo,estamos preparados. Según dice la filosofía oriental el ser humano hace las preguntas cuando en realidad sabe las respuestas, o sea , cuando ha llegado a la madurez para conocer la verdad. Y este es el caso del Ermitaño. Por lo tanto es necesario eliminar la agitación exterior y todo aquello que pueda perturbarnos, para poder escuchar nuestra voz interior que comienza como un murmullo imperceptible, hasta hacerse un grito descarnado. La luz se revelara cuando el Ermitaño esté listo.
Una vez que ha aprendido las lecciones, y alcanzado la verdadera sabiduría, el Ermitaño recoge su lámpara y vuelve al mundo real, con la sagrada misión de convertirse en maestro y ayudar a otros a ver su propio potencial. Pero, el Ermitaño sabe que en estas cuestiones, el maestro es mayormente inútil, pues es la propia experiencia la que dará las respuestas adecuadas para cada caso. Las cartas del tarot lo saben bien, cada uno debe descubrir su propia luz, y el Ermitaño sólo podrá prevenirnos de que el camino que queda por delante es arduo, pues los enemigos más difíciles de vencer son los propios miedos interiores.
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