Razones por las cuales se busca el divorcio
Si bien hay muchas razones por las cuales la gente pide el divorcio, algunas de ellas se presentan con mayor frecuencia. Estas razones, sin duda alguna, se pueden prevenir y resolver con un poco de esfuerzo.
El matrimonio, la infidelidad y el divorcio
Una de las razones principales para el divorcio es la infidelidad en el matrimonio. Uno o ambos cónyuges pueden buscar experiencias con personas diferentes. Desafortunadamente este es un suceso común en las parejas, a pesar de que muchos buscan asesoría para reparar el problema.
El engaño no es necesariamente lo que causa el divorcio, sino la falta de compromiso. Los cónyuges quizá sientan que no son escuchados o que sus opiniones no tienen mayor valor a las de su pareja o simplemente se sienten deshonrados. Esto lleva a la pareja al divorcio emocional y a buscar consuelo en otros brazos, lo que puede derivar en un divorcio.
Hay quienes dicen que la parte más dolorosa de un engaño es la mentira por parte de la pareja, es decir, que su pareja haya expresado sus preocupaciones y sentimientos con otra persona, para tener mayor comodidad.
Falta de comunicación otra causa de divorcio
La comunicación con el cónyuge es una de las cosas más importantes dentro de un matrimonio; cuando las parejas salen, tienden a escuchar y a estar atentos a lo que su pareja tiene que decir. Inclusive durante los primeros años de matrimonio, la pareja disfruta de la compañía del otro y puede encontrar muchos temas para charlar con su cónyuge.
Una vez que están casados, los temas cambian; es decir, ya no se encuentran en el conocerse a cada fase, sino que las conversaciones se vuelven hacia temas más importantes como la vivienda, los niños, las finanzas y las carreras profesionales de ambos. El estrés de estos temas a veces puede poner cierta tensión entre los cónyuges.
Sin embargo, cuando los cónyuges dejan de comunicarse sus preocupaciones o problemas se dirigen a sus amigos para charlar. Los temas importantes deben ser abordados por los cónyuges conjuntamente para asegurarse de que cada uno sienta que está siendo escuchado y no piense en la alternativa del divorcio.
Adicciones y abandono como causales de divorcio
Cuando una pareja tiene una adicción a las drogas o al alcohol, puede que tengan serios problemas. Un sentimiento de abandono en el matrimonio puede ser abrumador porque conduce a un resentimiento. El adicto rara vez tiene una clara sensatez para hacer frente a sus propios problemas con la vida.
Los sentimientos de abandono también se producen cuando uno de los miembros de la pareja no deja que su compañero sepa a dónde va. A menudo, esto sucede cuando hay una falta de coincidencia de intereses, lo cual puede llevar a un pareja al divorcio sin escalas.
Abuso físico, sexual y emocional
Los abusos físicos y sexuales son vistos como los más atroces, ya que no hay pruebas materiales del delito y suelen ser una de las causas más comunes de divorcio. Viajes frecuentes al médico y moretones sin explicación, así como la mansedumbre de una pareja son signos reveladores. El abuso no sólo es por parte de los hombres, sino también de las mujeres.
Aunque no es físicamente visto, el abuso emocional puede ser más difícil de afrontar en un juicio de divorcio. Por lo general, empieza poco a poco y así el cónyuge comienza a tener baja autoestima poco a poco, se vuelve incapaz de tomar decisiones por sí mismo y necesita una constante reafirmación por parte de su pareja.
Incapacidad para mantener una relación
Quienes sienten esto tienen dificultades para aprender a manejar los problemas durante su crecimiento o en la vida adulta, en la cual puede llegar a presionar mucho a su cónyuge.
Los cónyuges que frecuentemente hacen que su pareja maneje todos los asuntos importantes ejercen una presión indebida sobre la relación. El cónyuge que maneja todos los problemas empieza a resentirse e incluso pierde el respeto a su pareja. Esto también tiende a hacer que los cónyuges se distancien y a que el divorcio sea inevitable.
Las diferencias en metas personales y profesionales
Aunque los cónyuges tiendan a tener los mismos intereses y objetivos al principio del matrimonio, esto puede cambiar con el tiempo. Conforme las personas cambian, los intereses también.
Después de un rato, una pareja puede desear un tipo diferente de carrera o incluso tal vez quiera ser más ambiciosa que su cónyuge, lo cual puede causar fricción. Las diferentes metas profesionales y personales pueden dividir la pareja y llevarla al divorcio, especialmente si ya se sienten seguros de sí mismos. Muchas personas creen que deben mantener los mismos intereses y metas en la vida para que el matrimonio tenga éxito, así que si no se tienen habrá resentimiento y peleas.
Incompatibilidad intelectual
Cuando uno se siente menos inteligente que el otro, puede tener problemas. Las personas tienen diferentes niveles de inteligencia, pero los esposos tienden a compensarse entre sí. En caso de que uno de los cónyuges haga sentir al otro menos digno, esto llevará a una un divorcio.
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