La economía de fichas: una herramienta para aumentar la frecuencia de conductas positivas en los niños
Un programa de puntos (economía de fichas) es la aplicación sistemática de una estrategia de premios que tiene por objetivo iniciar o incrementar la práctica de una conducta, por ejemplo: para que el niño recoja la habitación o se acuesta todos los días a la misma hora.
Los programas de puntos funcionan bien para reforzar cualquier conducta que se desea convertir en hábito y para iniciar tareas nuevas. El niño gana puntos cada vez que realiza determinadas conductas definidas previamente y puede canjearlos por algún premio preestablecido.
Es una herramienta muy potente para los niños, pero tiene una duración determinada, pasada la cual ya no es tan efectiva. Al empezar su aplicación debe existir la convicción de que se hará de forma consistente.
¿Cómo se dan refuerzos con un programa de puntos?
se eligen una o dos conductas que se deseen modificar. No debemos elegir un arsenal de conductas: hay que ir poco a poco. Podemos ir cambiando las conductas del programa a medida que el niño las realiza y las incorpora a su rutina.
se define la conducta. los padres deben ser concretos y centrarse en l oque quieren que haga su hijo. Por ejemplo: recoge tu habitación antes de cenar
se hace una tabla para apuntar los puntos conseguidos. Debe ser muy visual, que el niño pueda entenderla y controlarla. Éste es un buen argumento para desarrollar la creatividad: puede ser desde una hoja de papel con recuadros para poner puntos en forma de estrellas o caras sonrientes, hasta su superhéroe favorito dividido en partes que debe colorear. En cualquier caso, los gráficos deben ser fáciles de utilizar por el pequeño.
se elige un refuerzo con el niño. Se le puede ofrecer un premio semanal o bien un premio cuando consiga un número determinado de puntos. En el primer caso está claro cuándo se le debe entregar el premio. En el segundo, se le debe dar cuando logre como mínimo más de la mitad de los puntos. Por ejemplo si es una conducta de una semana, se le pedirá que tenga un mínimo de cuatro puntos para obtener el premio. Si el niño lo consigue, se aumentará el número de puntos necesarios.
el premio debe ser evidentemente algo que le guste al niño, desde una visita al zoológico hasta un juguete. Lo mejor es preguntárselo a él. Una parte importante del éxito del programa radica en lo deseable que sea el premio para el niño.
se le deben explicar en tono lúdico tanto las conductas esperadas como lo que obtendrá al ponerlas en práctica. Hay que especificar claramente qué debe hacer para conseguir un punto y cuántos puntos necesita para alcanzar el premio.
Puesta en marcha del programa:
elegir un momento del día para poner el punto que sea lo más inmediato posible a la manifestación de la conducta. por ejemplo, si la conducta consiste en recoger los juguetes antes de cenar, justo después de haberlo hecho hay que ir al lugar donde está el cartel y poner un punto. A los niños les gusta ser ellos quienes ponen los puntos. Se recomiendo aprovechar este momento para reforzar la conducta con halagos. Es preferible pasarse en el elogio que quedarse corto.
no hay que usar el punto como amenaza: “si no recoges, te vas a quedar sin punto y no vas a ir al zoo”. Hay que recordar que es un programa de refuerzo y siempre que emita la conducta consensuada obtendrá el punto.
a medida que el niño va consiguiendo los premios hay que incrementar gradualmente los requisitos para alcanzarlos y eliminar, poco a poco, las recompensas.
cuando la conducta se haya convertido en un hábito, las recompensas has de sustituirse por consecuencias naturales de la buena conducta, aunque se deben mantener los halagos.
los puntos conseguidos y el premio no deben retirarse bajo ningún concepto: son los logros del niño, no se utilizan puntos negativos en este sistema.
Gráficos de dibujos para los más pequeños:
Si el niño no sabe leer hay que hacer la tabla con dibujos. Por ejemplo, un dibujo del niño recogiendo la habitación y en la otra conducta una cama con un reloj señalando las nueve.
Se divide el dibujo en siete partes, una para cada día de la semana. El niño pintará la parte que corresponde al día, siempre que haya realizado la conducta. por ejemplo, para alcanzar el premio semanal por recoger juguetes antes de cenar debe tener un número determinado de partes pintadas a la semana.
Saludos,
Héctor Peraza Díaz
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